Precisamente ante la hecatombe de la pública las familias HUYEN de lo público. Conozco familias trabajadoras que se meten otra 'hipoteca' en forma de cuota de colegio privado. Se gastan un dinero que no tienen en llevar a su hijo al privado barato o concertado mientras tienen el público semivacio en la puerta de la casa.
Un familiar en Francia, donde llevan años destrozando sañudamente todo lo público via inmi gración incontrolada, me contaba que sus vecinos eran una pareja de curritos jovenlandess : se quitaban de comer para poder mandar a sus 2 hijas (fiel a la religión del amoras) a un colegio privado católico. Con asignatura de religión obligatoria, catecismo y demás. La alternativa, el colegio público del barrio, nos hacemos todos una idea... un híbrido entre Orán y Kinshasha.
Evidentemente, 1 caso entre 1 millón.