Al final de la corrida, lo que importa es calibrar las opciones que ofrece el mercado y tomar la decisión que creamos mejor. Mi caso ya lo he expuesto, con un renting que, efectivamente, era de 2 años, no que se cancele a los dos años. Magia o no, ahí está la fecha de matriculación.
La decisión que tomé en su día me ha salido redonda en términos económicos. Encontré un coche de menos de 20.000 Km. a un precio excelente y, lo más importante, sin dar ningún problema mecánico hasta el día de hoy. Podrá haber pasado por dos manos, o por cuatro, no por eso deja de ser peor, aunque obviamente amplia las probabilidades de que alguien lo haya tratado mal. Sea como fuere, insisto, la jugada ha salido bien, al menos esta vez. La alternativa que presentas de comprar un coche a un particular no parece mucho más halagüeña que la decisión que yo tomé.
Un particular también puede decirte "misa". Que ha pasado solo por sus manos y que ha de cambiarlo porque necesita el dinero o uno más grande porque espera familia, cuando la realidad puede ser otra bien distinta, como que venga dando algunos problemas de motor que a simple vista no pueden detectarse y quiera quitárselo de encima y endosárselo a un pardillo que cree que es más listo por haber encontrado una ocasión. O si quieres verlo en el garaje, tomar prestado el del vecino por unas horas. No nos creamos que pedirle verlo en un garaje es garantía de que haya dormido ahí toda la vida. Hay mucha gente con dos coches y solo una plaza de garaje.
Tanto particular como profesional puede tratarse de un zascandil. El que me vendió el coche a mí me inspiró bastante confianza, aunque nunca se sabe, podría ser como aquel que cree en la fidelidad inconmensurable de su esposa y resulta que ésta lleva años beneficiándose al monitor del gimnasio. Luego vienen los lloros.