HaCHa
Rojo cabrón, en tu ojo ciego es leyenda
Resulta que las nuevas generaciones consideran una llamada telefónica como algo invasivo.
Es intrusivo, molesto, interrumpe. Casi nunca es mejor que dejar un wasap (aunque sea de audio).
Y si realmente es necesaria una conversación en tiempo real, mejor agendarla en vez de hacerla cuando al que llama le sale de los huevones. No quieres someterte a un interrogatorio que no hayas preparado y sea de tu interés.
Yo ya no le cojo el teléfono a casi nadie. Las llamadas de voz son de anciana, un detector de perdedores infalible.