Qué gran derrota ha sido ésta, maese Chache, qué gran derrota. Mis estandartes y banderas a duras penas ondean al viento, jironados, unos, y ardientes y humeantes, otros. Con 20 tag que han caído cual 20 mortíferos obuses sobre mi línea de flotación, ese ejército de malandrines burbujistas, emboscados en las sombras, han destrozado este armazón de huesos y pellejo que conforma mi débil organismo. Vaya tunda que me han propinado. ¡Cuánta mofa y escarnio!.
Pero que no canten victoria todavía esos pendencieros gaznápiros, que en mis alforjas porto el Bálsamo de Fierabrás. Un par de sorbos para recomponerme y de nuevo les canto las cuarenta. Un caballero del Siglo de Oro Español nunca se rinde.
Que tageen, que tageen, que el que tagea el último tagea mejor.
Suyo afectísimo.
