teto4006
Madmaxista
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30 minuts*-*FRANCO I FIDEL (I)
El dictador Francisco Franco era anticomunista y un gran aliado de los Estados Unidos, pero eso no le impidió mantener una extraordinaria relación con un país comunista del cual los Estados Unidos se habían declarado enemigo encarnizado: la Cuba de Fiel Castro.
La indignación de Washington por esta amistad estuvo a punto de hacer que los Estados Unidos retiraran la ayuda económica que daban a España a cambio de las bases militares. En aquella época, barcos españoles fueron atacados por grupos anticastristas -que recibían el apoyo de LA CIA- por haber osado romper el embargo decretado por los Estados Unidos contra Cuba. Tres marineros españoles murieron en estos ataques. Pero nada impidió que Franco mantuviera la relación con Cuba. Ni siquiera cuando el embajador español, al principio de la Revolución cubana, increpó Fiel Castro en un programa de televisión en directo. "Todo menos romper con Cuba", dicen que dijo Franco. Y así fue hasta su fin. Y en la Habana, precisamente, se decretaron tres días de luto cuando el dictador falleció.
En enero de 1959, un grupo de rebeldes barbudos hacía su entrada triunfal en la Habana. Después de dos años de lucha guerrillera en Sierra Maestra, los guerrilleros habían derrocado la dictadura del general Fulgencio Batista. Acababa de nacer un mito, la Revolución cubana, y sus protagonistas, Fiel Castro y el Che Guevara, se tras*formarían en iconos de las izquierdas de todo el mundo. Aquel mismo año, pero meses mas tarde, los Estados Unidos avalaban internacionalmente una dictadura que, veinte años antes, había conseguido el poder al ganar la guerra civil y que se mantenía gracias a una brutal represión: la dictadura del general Franco. A cambio del permiso para instalar bases militares en España ¿eran los tiempos de la guerra fría-, los Estados Unidos se habían convertido en el principal aliado del régimen franquista, alianza bendecida por la visita del presidente Eisenhower a Madrid. Durante todo el tiempo que duró esta relación, es decir, hasta la fin del dictador, los diferentes gobiernos norteamericanos no hicieron el mínimo esfuerzo por intentar llevar el régimen de Franco hacia la democracia; los Estados Unidos no se sumaron nunca a las protestas internacionales contra la dictadura franquista ni siquiera cuando el régimen ejecutaba presos políticos. Únicamente había una cosa de Franco que sacaba de quicio los Estados Unidos y que estuvo a punto de hacer perder en España la ayuda económica americana: la extraordinaria relación que el régimen franquista mantenía con la Cuba de Fiel Castro.
Franco simpatizaba con los rebeldes cubanos desde antes de que llegaran al poder: la embajada franquista en la Habana consiguió salvar de la prisión, e incluso de la fin, a muchos revolucionarios cubanos que luchaban contra la dictadura de Fulgencio Batista. En enero de 1959, en una época en que en España se reprimía con contundencia cualquier tipo de manifestación política, los exiliados cubanos celebraron en el parque del Retiro de Madrid el éxito de la Revolución cubana con el beneplácito de las autoridades franquistas.
Para esta edición especial de 30 Minutos, un equipo del programa ha investigado y recogido historias muy poco conocidas de esta sorprendente relación de España, Cuba y los Estados Unidos.
A través de la voz de testigos presenciales y del material audiovisual de la época veremos el enfrentamiento entre Fiel Castro y el embajador español delante de las cámaras de la televisión al principio de la Revolución cubana; sabremos qué hizo el Che Guevara en Madrid; descubriremos por qué la Cuba revolucionaria no reconoció el gobierno republicano español al exilio; conoceremos las presiones de los Estados Unidos para forzar la rotura|ruptura española con Cuba; reviviremos el ataque anticastrista contra el barco "Sierra Aranzazu" y los intentos de LA CIA para tapar el asunto; conoceremos las peculiares relaciones entre los servicios secretos franquistas y los norteamericanos; descubriremos un intento de mediación española entre Cuba y los Estados Unidos y sabremos, en definitiva, por qué Franco admiraba Fiel y por qué en la Habana se decretó duele oficial el día que Franco murió.
Algunos de los testimonios que aparecen en este reportaje son: Manuel Fraga Iribarne, que fue ministro de Franco los años 60; el general Manuel Fernández Monzón, miembro del departamento de contraespionaje de los servicios secretos franquistas; el embajador Nuño Aguirre de Cárcer, director general de Norteamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores español en la época; el también embajador George W. Landau, director de asuntos de España y Portugal del Departamento de Estado norteamericano los años 60; Eloy Gutiérrez Menoyo, exmando de la Revolución cubana, y Félix Rodríguez Medigutía, el exmiembro de LA CIA que participó en la detención y muerto del Che Guevara y que formó parte de diversos grupos anticastristas.
Saludos,
El dictador Francisco Franco era anticomunista y un gran aliado de los Estados Unidos, pero eso no le impidió mantener una extraordinaria relación con un país comunista del cual los Estados Unidos se habían declarado enemigo encarnizado: la Cuba de Fiel Castro.
La indignación de Washington por esta amistad estuvo a punto de hacer que los Estados Unidos retiraran la ayuda económica que daban a España a cambio de las bases militares. En aquella época, barcos españoles fueron atacados por grupos anticastristas -que recibían el apoyo de LA CIA- por haber osado romper el embargo decretado por los Estados Unidos contra Cuba. Tres marineros españoles murieron en estos ataques. Pero nada impidió que Franco mantuviera la relación con Cuba. Ni siquiera cuando el embajador español, al principio de la Revolución cubana, increpó Fiel Castro en un programa de televisión en directo. "Todo menos romper con Cuba", dicen que dijo Franco. Y así fue hasta su fin. Y en la Habana, precisamente, se decretaron tres días de luto cuando el dictador falleció.
En enero de 1959, un grupo de rebeldes barbudos hacía su entrada triunfal en la Habana. Después de dos años de lucha guerrillera en Sierra Maestra, los guerrilleros habían derrocado la dictadura del general Fulgencio Batista. Acababa de nacer un mito, la Revolución cubana, y sus protagonistas, Fiel Castro y el Che Guevara, se tras*formarían en iconos de las izquierdas de todo el mundo. Aquel mismo año, pero meses mas tarde, los Estados Unidos avalaban internacionalmente una dictadura que, veinte años antes, había conseguido el poder al ganar la guerra civil y que se mantenía gracias a una brutal represión: la dictadura del general Franco. A cambio del permiso para instalar bases militares en España ¿eran los tiempos de la guerra fría-, los Estados Unidos se habían convertido en el principal aliado del régimen franquista, alianza bendecida por la visita del presidente Eisenhower a Madrid. Durante todo el tiempo que duró esta relación, es decir, hasta la fin del dictador, los diferentes gobiernos norteamericanos no hicieron el mínimo esfuerzo por intentar llevar el régimen de Franco hacia la democracia; los Estados Unidos no se sumaron nunca a las protestas internacionales contra la dictadura franquista ni siquiera cuando el régimen ejecutaba presos políticos. Únicamente había una cosa de Franco que sacaba de quicio los Estados Unidos y que estuvo a punto de hacer perder en España la ayuda económica americana: la extraordinaria relación que el régimen franquista mantenía con la Cuba de Fiel Castro.
Franco simpatizaba con los rebeldes cubanos desde antes de que llegaran al poder: la embajada franquista en la Habana consiguió salvar de la prisión, e incluso de la fin, a muchos revolucionarios cubanos que luchaban contra la dictadura de Fulgencio Batista. En enero de 1959, en una época en que en España se reprimía con contundencia cualquier tipo de manifestación política, los exiliados cubanos celebraron en el parque del Retiro de Madrid el éxito de la Revolución cubana con el beneplácito de las autoridades franquistas.
Para esta edición especial de 30 Minutos, un equipo del programa ha investigado y recogido historias muy poco conocidas de esta sorprendente relación de España, Cuba y los Estados Unidos.
A través de la voz de testigos presenciales y del material audiovisual de la época veremos el enfrentamiento entre Fiel Castro y el embajador español delante de las cámaras de la televisión al principio de la Revolución cubana; sabremos qué hizo el Che Guevara en Madrid; descubriremos por qué la Cuba revolucionaria no reconoció el gobierno republicano español al exilio; conoceremos las presiones de los Estados Unidos para forzar la rotura|ruptura española con Cuba; reviviremos el ataque anticastrista contra el barco "Sierra Aranzazu" y los intentos de LA CIA para tapar el asunto; conoceremos las peculiares relaciones entre los servicios secretos franquistas y los norteamericanos; descubriremos un intento de mediación española entre Cuba y los Estados Unidos y sabremos, en definitiva, por qué Franco admiraba Fiel y por qué en la Habana se decretó duele oficial el día que Franco murió.
Algunos de los testimonios que aparecen en este reportaje son: Manuel Fraga Iribarne, que fue ministro de Franco los años 60; el general Manuel Fernández Monzón, miembro del departamento de contraespionaje de los servicios secretos franquistas; el embajador Nuño Aguirre de Cárcer, director general de Norteamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores español en la época; el también embajador George W. Landau, director de asuntos de España y Portugal del Departamento de Estado norteamericano los años 60; Eloy Gutiérrez Menoyo, exmando de la Revolución cubana, y Félix Rodríguez Medigutía, el exmiembro de LA CIA que participó en la detención y muerto del Che Guevara y que formó parte de diversos grupos anticastristas.
Saludos,
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