A ver lo que cambia simplemente es la cantidad o variedad.
Te recuerdo que antes podías tener una revista bajo el colchón y repasártela entera todos los días. La diferencia estaría entre comer a diario lentejas o elegir en plan menú gourmet. Pero comer comes....
Y antes de eso, pues los abuelos tenían sus postales y fotos cochinas. Que tenían que tirar más de imaginación, seguro. Que igual solo verle el ombligo a su mujer se ponían palotes y ahora se necesita de una escena estilo prono para que el tipo se interese... seguro.
Pero la lujuria hace ahora como 1000 años sigue siendo uno de los pecados capitales y está omnipresente en la vida cotidiana.
¿El cambio sustancial? Pues que los abuelos tenían 10 hijos y ahora no se tiene ninguno. Que antiguamente posiblemente los varones se desahogaban con la prespitación, de hecho creo recordar que gente de posibles incluso se iba casi todos los días y ahora la gente se la pela en su madriguera viendo videos o fotos colgados en la red.
En suma, que en parte tienes razón, la obsesión con el sesso, como cualquier otra termina por perjudicar a todo el mundo, pero que tampoco hemos inventado la rueda. Simplemente hemos cambiado de negocio. Antes la prespitación como ya he dicho era algo cotidiano y masivo, en tanto actualmente es la pronografía la que se lleva la palma.