Me parece bien y lo puedo entender. Pero, para mí, preferiría un buen vino, aunque se perdiera al destapar el corcho, que un menoscabo de mi juventud o vejez, depende de lo que el reloj signifique para cada cual. Sin duda, regalaría un reloj a mi enemigo, si tuviera algunos años y fuera medroso con tales. No se lo regalaría a mi enemigo que fuera joven y se creyera que siempre lo será, como lo creemos todos los jóvenes... hasta que dejamos de serlo.
Eso no puedo rebatirlo de ninguna manera que conozca o imagine. A partir de ahí, es evidente que te tengo que dar razón, por más que me pese. Sean pues celebraciones por ello e intentaré celebrarlas de igual manera a partir de ahora. Gracias por ello.
Inversion? Tú también compras un coche para invertir?
Vivir es ir muriendo todavía. A mí es que me gustan los cacharritos que hacen tictac.
Me gusta mucho lo que expones, además de que Cartier es lo mejor en relojes. Tenemos que pensar que actualmente ya no es como antaño que los ricos eran de buena familia, ahora hay mucho nuevo rico nacido pobre, de barrios cutres a los que les fue bien la vida ( ole por ellos) pero que tienen el síndrome de pobre metido dentro del alma, el síndrome del impostor, las grandes firmas lo saben, estoy harto de ir a Louis Vuitton, Gucci, Cartier, etc y ver gente con dinero vestida con mil marcas con una pinta infernal, vestidos con un gusto pésimo y con muy malos modales, pues a todos esos les gusta sentir que son cosa, que la firma es mas potente que ellos no que la firma come de ellos.
Pienso todo lo contrario, medir el tiempo te hace disfrutarlo mas, hay días en los que me encanta que el tiempo pase volando sin saber ni la hora que es y otros en los que me administro el tiempo para hacer cosas, en plan, una hora para esto, otra hora para hacer lo otro y al finalizar la jornada pienso lo mucho que me ha cundido el día gracias a poder medir el tiempo con un reloj.
En el siglo XVIII hacia atrás los máximos mandatarios y elite mundial llevaban capa / espada / caballo...
No ose vuesa merced tomarme como caballero antiguo o propio de otros tiempos.
Sí, puede ser una buena inversión, pero precisa de conocimiento experto y dedicación.
Gran película, sin serlo, pero que lo planteaba, aunque fuera solo en el título: Morir todavía. Con Derek Jacobi, el Claudio famoso por la serie de televisión. La idea de la película, sin duda, es fascinante, la concreción en tal película, tal vez no tanto, pero, aún así, merece la atención que no le fue dada. Repito el título de la película, para los que habéis llegado tarde: Morir todavía. Mola el título, cuando menos.
Me lo apunto. Aunque yo iba por el verso de Quevedo. El de las gafas y la cruz de Santiago, el bueno.