Criminalizar el ganado, la carne, la leche, etc, no sale gratis.
Y la gente abraza apasionadamente la Agenda 2030, vota al 90% de los políticos que la defienden, y no quieren entender que esas lonchas tienen ese precio como consecuencia de sus decisiones.
Imaginad ahora el precio cuando no se puedan envasar en plástico, y vengan en papel acerado semi impermiable, etc...
Da igual, la gente con licenciaturas es incapaz de analizar lo que es una tarjeta revolving, o lo que supone irse de puente de vacaciones pagando con una tarjeta de crédito.
Hace unos días, a un amigo le costó terminar una relación, porque su pareja; una profesora de colegio concertado (y contratos temporales); quería pasar este puente en Nueva York, y se negó a viajar pagando así... a crédito.
Imagínate qué conocimiento (o valores) puede transmitir esa mujer a sus alumnos.
Al final, esa chica se fue así, con una amiga (en su misma precariedad laboral).
Tu comentario me recordó al de un venezolano que trabajaba de portero/conserje en un edificio, que era (o es) médico, tenía 55 años, y comentaba que 25 años atrás podía viajar de Venezuela a Florida a llevar a sus hijos a Disney... ese venezolano sí que aprendió.