He leido por encima a Salvador. Parece ser una especie de David Icke pero en versión pobre.
Lo que me encantaba de David Icke es que te hace pensar.
Lo que no me gustaba de David Icke eran dos cosas:
-La primera es que no presentaba pruebas de lo que decía. La mayor parte de lo que decía el tío se basaba en supuestos documentos históricos, supuestos testimonios, libros conspirativos... Pero pruebas firmes ni una.
-Y la segunda es que es un autor muy repetitivo. Con leerte El mayor secreto, Hijos de matrix y algún otro, ya te has leido casi toda su obra porque lo que hace básicamente es repetir las mismas ideas una y otra vez.
Pues el Salvador parece igual solo que con muchas menos ideas que Icke.