Te saldrá algún becario con que eran estancias cortas en gravedad cero pero lo cierto es que entre 10 y 14 días son más que suficientes para que cueste recuperar inmediatamente el sentido del equlibrio y la normalidad motora en el G terrestre, más tras el castigo de la reentrada. Pero no, todos los actornautas de los Apollo que salian a saludar en el portaviones de recogida andaban más ágiles que Alcaraz en Indian Wells.
Apollo 15: 12 días y 7 h.
Estaban tan confiados con el éxito de la farsa que ni se preocupaban por estos detalles.
Tampoco de otros incluso más sangrantes relacionados con la gravedad pero que pasan inadvertidos, como es la adaptación al 1/6 G de la Luna.
Ningún actornauta había tenido la experiencia de moverse con un traje PLSS en esa gravedad. Lo más parecido eran los vomit comet, aviones que hacen vuelos parabólicos.
Aquí tenemos un documento esclarecedor sobre la dificultad real de simplemente mantenerse en pie en un entorno 1/6 g y más con un traje de paseo presurizado:
Pero... ¿alguien ha visto a un solo actornauta apollero bajar al regolito desde la escalerilla del LM y experimentar algún problema de adaptación al 1/6 g?
Lo normal es que hubiese habido un periodo mínimo para tal adaptación dada la dificultad de tracción en una gravedad tan baja y el añadido del PLSS presurizado. Pero encima arrastraran los pies por el regolito incluso levantándolo cuando la tracción es dificilísima con esa gravedad.
Pues no, empezaban a moverse sin problemas inmediatamente como si estuviesen colgados de algo que les impedía perder el equilibrio tirando desde arriba y por eso se trasladaban dando saltitos como un bebé con arnés de goma.
Esa carrerita con saltitos y frenada para giro se intenta en la Luna de verdad y el hostión es de campeonato. Por supuesto que ni lo habría intentado en el mundo real poniendo en peligro su integridad y la misión.
Llevan más de medio siglo acostumbrandonos a que esa cosa de cemento era la Luna y los militares de la USAF que paseaban por ella en un carricoche lo hacían realmente en el suelo del pedrusco plateado que vemos habitualmente en el cielo. ¿Por qué iban a engañarnos? Veremos la escusa que ponen cuando llegue el momento, porque llegará.
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