EL ANTICRISTO (II) : Judaísmo, Masonería y La Reforma

NiÑo12Añ0s

Himbersor
Desde
14 Nov 2019
Mensajes
1.433
Reputación
4.350
JUDAÍSMO, MASONERÍA Y LA REFORMA
El Judaísmo, especialmente a partir del XI, se transforma en una verdadera sociedad secreta, con gobierno y fines ocultos que busca nuevas formas de atentar contra el Cristianismo
.

El Judaísmo precisa una sociedad secreta intermediaria entre ellos y el cristianismo que actuando bajo dirección judía oculta estuviese integrada por no judíos, cristianos previamente judaizados mediante doctrinas también secretas.

Nada mejor para conseguir el dominio mundial que "una sociedad obligada a la obediencia por votos solemnes, protegida por reglamentos severos, que se reclutaría por la iniciación, y que, única depositaria de los grandes secretos religiosos y sociales, haría reyes y pontífices, sin exponerse, como tal asociación, a los desgastes del poder" (Eliphas Levi, cita de Ferrari Billoch en su obra "La Masonería al Desnudo" pag. 17).

A finales del XIII el Judaísmo había creado ya íntegramente su doctrina secreta: la Cábala.
El Cardenal José Mª Caro la define como "la doctrina oculta que los judíos pretenden haber recibido por tradición oral desde Moisés y aún desde principios del mundo".

Según Menéndez y Pelayo es "un residuo y mezcla, no solo de zoroastrismo y de tradiciones talmúdicas, sino de gnosticismo y neoplatonismo" (Historia de los Heterodoxos Españoles, T. I, pag. 86).

Como afirma Delassus constituye "la quinta esencia de la idolatría, la religión y el culto directo de los espíritus caídos, de los demonios, enseñando los medios de ponerse en relación inmediata con ellos"

La CÁBALA está contenida en dos libros:
- el Jerizah, que data del XI, y
- el Zohar, compuesto por Moseh ben Sem Tob en 1300.
Si bien su origen, en tradición oral, es muy anterior.

En posesión de esa doctrina, el Judaísmo necesitaba infiltrarla entre los cristianos. Para ello tenía dos medios:
- entregarla a una sociedad secreta ex profeso y compuesta de no judíos, o
- infiltrarla en una asociación cristiana preexistente.
El primer medio es más fácil, el segundo más eficaz. El Judaísmo ha usado ambos. Así - creó la Orden de los Rosacruces (según Dasté provenientes, directamente, de la Cábala judaica) e
- infiltró la Cábala en el seno de una orden cristiana de caballería, admirable en sus orígenes, pero corrompida luego por su ambición y riqueza: La Orden Templaria.

Cómo lograron los judíos ese primer y extraordinario triunfo, base de su posterior acción disolvente en las entrañas de la Cristiandad es cosa no bien aclarada. Pero lo cierto es la corrupción de los Temlarios y su doctrina secreta anticristiana, bien estudiadas por Du Puy, Michelet, Loiseleur, Gougenot des Mousseaux, Serra y Caussa, y otros.

Los documentos relativos a su proceso se encuentran depositados en los Archivos vaticanos, y no dejan de ser temerarios -como hizo notar la Civilitá Católica, serie VI, t. 6º, 1866, cita Serra y Caussa en Orígenes de la Masonería, pags. 248/9- quiénes defienden la inocencia de la Orden.

Thory, Mordosoff, Kloff y otros afirman que desde 1155 las corporaciones de albañiles fueron puestas, en Inglaterra y Escocia, bajo el patronato de los Templarios. Esto explica el hecho de que, ya en aquel tiempo las iglesias templarias fueran llamadas iglesias de los masones (albañiles) lo que ha inducido a muchos a creer esta fecha la del inicio de la Masonería.

Corrompida la Orden infiltró su veneno en esos gremios colocados bajo su protección. Descubierta la herejía templaria, los caballeros fueron procesados en 1307. En 1312 la Orden fue disuelta y en 1314 condenado a fin su Gran Maestre Jacobo Molay y sus cómplices principales. Pero la doctrina secreta se mantuvo en los gremios de albañiles y en ellos buscaron refugio muchos templarios sobrevivientes.

La situación de éstos no era igual a la de los otros iniciados. Formaron los grados que vemos añadidos a los de aprendiz, compañero y maestro y no los comunicaron más que a los iniciados de mayor adhesión. Éstos fueron los primeros franc masones (albañiles libres) propiamente dichos, conservaron los nombres, instrumentos y ritos de edificar aunque con una significación puramente simbólica y se comenzó a hablar de la reconstrucción del Templo de Salomón, símbolo de la futura humanidad judaizada.
Este es el origen de la gran asociación cabalística conocida actualmente por Masonería.

No obstante el 18º grado masónico es el de "Soberano Príncipe Rosacruz" por lo que parece evidente que no fueron los templarios los únicos intervinientes cabalísticos en su creación.

Hay testimonios judíos (Bernard Lazare, y otros) que confiesan abiertamente "es exacto que hubo judíos en la cuna misma de la Masonería, judíos cabalístas, como lo prueban ciertos ritos conservados" (citado por Henri Delassu en La Conjuration Antichretienne).

Sea como fuere, directamente como afirman algunos judíos, indirectamente o de ambas formas es indiscutible que el origen de la Masonería es judío.
Autores como Serra y Caussa en "Orígenes de la Masonería", pag. 394 concluye que la Masonería es Judaísmo Gnóstico.

Y afirma la "Civilitá Cattolica" (20 noviembre 1886) que TODO el simbolismo masónico procede de los libros judaicos, como puede decirse que toda la vida de la Masonería reside en el Judaísmo moderno. El es quien la sostiene, quien la dirige y la lleva a sus fines de dominación y de repruebo anticristiano.

Y según León de Poncins "su duración, la invariabilidad de sus fines, que se explican perfectamente si se trata de una creación judía para servir intereses judíos, serian absolutamente incomprensibles si su origen fuera cristiano. La misma finalidad de la Franc-Masonería: la destrucción de la civilización cristiana, descubre al judío, porque sólo él puede resultar beneficiado y únicamente él está animado por un repruebo suficientemente violento contra el cristianismo, par crear una organización semejante. Los símbolos y ritos masónicos son puramente judíos" (Las Fuezas Secretas de la Revolución, pag. 120).

Y el P. Lemann, judío converso, afirma: "somos de parecer que debe atribuirse el origen de la Masonería al Judaísmo, sino ciertamente al Judaísmo entero, por lo menos a un Judaísmo pervertido" (L'entree des israelites dans la societé française et les états chrétiennes", 1886)

Hay testimonios de parte judía que lo corroboran y muchos autores lo confirman. Y una prueba más es la gran preponderancia judía en la secta, en todas partes hay translogias judías superpuestas a las no judías y a las que los no judíos no pueden acceder, así la B'nai B'rith.

En EEUU "todo el mundo sabe -dice el masón Mackey en su Manual de las logias- que los más significados judíos son masones"

Erzberger recuerda en sus memorias que cuando el GOF (Gran Oriente de Francia) se reúne en sesión plenaria, el directorio de la Alianza Israelita Universal se halla casi enteramente presente.

El ex masón Doinel "cuántas veces he oído lamentarse a los franc-masones de la dominación que los judíos imponen a las logias, a los talleres filosóficos, a los Consejos, a los Grandes Orientes, en todos los países, en todos los puntos del triángulo", etc. etc.

Durante el XIV la hija de la Sinagoga permanecerá disimulada en las corporaciones de albañiles, pero algo debió traslucirse porque en 1360 las autoridades inglesas prohíben sus reuniones y a fines del siglo eran altamente vigiladas.
En 1425, el primer "bill" dado por el regente, Cardenal Beufort determina que en lo sucesivo no se celebren capítulos ni congregaciones so pena de culpables de felonía.

En 1459 ya se había expandido por Europa y el 25 de abril celebra pública asamblea en Ratisbona, bajo el auspicio de los Emperadores que confundían aún a los masones con los antiguos gremios y los colman de privilegios y el Duque de Milán les pide un arquitecto para dirigir las obras del Duomo.

En 1519 se constituye la progenitora Logia de Amsterdam, simultáneamente, a fines del XV e inicios del XVI empiezan a pulular por Europa una serie de Academias, propagadoras de un humanismo de manifiesta inclinación judaica, en las que no faltan el misterio, la cábala y los símbolos masónicos. Tales fueron:
· Academia Romana, disuelta por el Papa.
· Academia Platónica, de Florencia adornada con emblemas masónicos.
· Sociedad de la Azada, y muchas otras por el estilo.

Europa en vísperas de la Reforma estaba plagada de masonería, es decir, de judaísmo. Hecho que tendría una relevancia.

Siguiendo a Copin Albancelli en "La Conjuration juive contre le monde chretien" "Como todas las herejías precedentes la REFORMA fue un esfuerzo tendente a la modificación del estado de conciencia del mundo cristiano. Se la ha considerado como un hecho espontáneo, es un grave error. Es difícil admitir que en el XVI, una división de ese género pudiera producirse en el mundo europeo de su época sin una preparación y organización"

No se trata de cargar toda la culpa de esa caída de la Cristiandad que fue la Reforma a los judíos y a los masones. Mucha de la culpa es de los cristianos, con su corrupción y pecados. Pero no puede exonerárseles de culpa.

¿Pruebas?
Es muy difícil aportar pruebas precisas y documentales en materia de sociedades secretas, sin embargo existe una prueba, y documental: la Carta de Colonia.
La Carta de Colonia es el documento masónico más antiguo conocido, fechado el 24 de junio de 1535 y revela, entre otras cosas, la existencia, ya antigua en esa época de la "Orden de San Juan o de los franc-masones" con su secreto e iniciación misteriosa, su jefe supremo, "gran maestre o patriarca, de pocos humanos conocido" y sus tres grados fundamentales.
Pero lo más interesante de la Carta son las firmas. De entre ellas, las que tienen mayor valor histórico pertenecen a enemigos mortales de la Iglesia:
· Armando de Viec, Arzobispo elector de Colonia, desterrado del Imperio por su connivencia con los protestantes.
· Nicolás Van Noot y Santiago de Amberes, vinculados al protestantismo.
· Coligny, jefe de los calvinistas franceses.
· Felipe Melanchthon, colaborador y amigo íntimo de Lutero, único hombre a quien éste reconocía superioridad.

Hay más causalidades (por ser demasiadas casualidades):
1º.- el sello personal de Lutero tenía los emblemas rosacrucianos.
2º.- las nuevas doctrinas hicieron sus primeros prosélitos en las ciudades donde según la Carta había logias.
3º.- los masones (durante la Reforma) concitan rabiosamente a la plebe a arrasar los más famosos edificios sagrados. Los mismos protestantes lamentan tan desenfrenada barbarie y tan impío furor de destrucción conviniendo que una poderosa secta secreta impulsó la ira de los más desalmados para que profanaran, desmantelaran y destruyeran esos hermosos monumentos. En donde los masones no tenían logias y pese a haberse igualmente sublevado contra la Iglesia no hubo esas tropelías, así Genovesado, muchas partes de Suiza y en comarcas del Rhin y Bohemia.

Finalmente el sello judío aparece en el Protestantismo.
William Thomas Walsh ha logrado reunir infinidad de pruebas de la influencia judía en la Reforma.

Werner Sombart, en su libro "Les juifs et la Vie Economique" demuestra como algunas sectas protestantes, en especial el puritanismo, son netamente judías. El puritanismo proviene del calvinismo y éste es un judaísmo encubierto, ampliado y liberado de sus particularidades nacionalistas y raciales como afirma Georges Batault en "Le probleme juif" (pag. 177).

Tan judío resultó el Calvinismo que con su dogma fatalista de la predestinación, dio origen al CAPITALISMO, futura base del dominio mundial judaico.

El sello judío de la Reforma se manifestó abiertamente en las sectas más extremistas, como:
- el Socinismo, especie de masonería con su simbolismo del Templo y su secreto jurado sobre misterios, doctrinas y últimos fines.
- el Anabtismo, que en 1534 llegó a instaurar en Münster el "Reinado de Sión" a cuyo frente el judío Juan Beuckelsen, venido de Holanda, donde radicaba el Poder Oculto.

La Reforma fue un triunfo del Judaísmo sobre la Cristiandad, obtenido en gran medida con el arma SECRETA de la Masonería.


 
Última edición:
Volver