AryanFront
Amor a la Tierra, Lealtad a la Sangre.
Quiero llamar la atención sobre el carácter desinformador del popular escritor y especialista en el Club Bilderberg, Daniel Estulin, ex agente del servicio de inteligencia ruso, ex asesor de Silvio Berlusconi y "conspiranoico" estrella del canal moscovita Russia Today, con sus disparatadas teorías sobre Internacionales Nazis y Noblezas Negras Venecianas de las que tanto habla en sus obras sin aportar nunca datos, y que, lógicamente, no tienen ni pies ni cabeza.
Por el contrario y salvo hechos circunstanciales, el autor omite deliberadamente por completo la nociva y perniciosa influencia que ejerce la ****ría en todos los ámbitos nuestra sociedad, que lo controla y domina todo ("es de mentes infantiles" pensar eso, Estulin dixit). Como tampoco menciona el gran fraude de las cámaras de gas, los sacrificios rituales, las tramas internacionales del Mossad y a los auténticos responsables del 11-S. Como tampoco a negado nunca la existencia del escurridizo e inteligentísimo bichito plandémico.
Este "enfant terrible" del sistema saltó a la fama hace ya bastantes años a raíz de la publicación en el 2005 de su libro La verdadera historia del Club Bilderberg, que lo ha convertido en perejil de numerosos debates televisivos, donde curiosamente niega casi todo lo que previamente ha escrito. Así, en la página 77 suelta una de sus incontables contradicciones: «Bildelberg se convirtó en sinónimo de la toma de poder del gobierno mundial único». Pero en una entrevista en Interconomía en junio de 2012 asegura lo precisamente contrario que Bildelberg no es un gobierno secreto y mundial, pues tal cosa "no existe", y quien sostenga lo contrario "es un conspiranoico" (podéis verlo aquí).
Uno de sus últimos libros, El Instituto Tavistock, el cual he tenido que abandonar al poco de iniciar su lectura, no es más que un vulgar panfleto antinazi y una sucesión de necedades e insensateces supremas, donde se mezcla todo (desde Josef Mengele a Barrio Sésamo, todo es Tavistock), propio del cacao y desorientación ideológica en la que esta sumido este autor, donde la palabra «fascista» aparece prácticamente a lo largo de toda su obra. Otra de sus perlas:
En la página 69, con una singular falta de seriedad y haciendo gala de una inaceptable falta de rigor histórico, escribe lo siguiente: «Los métodos ensayados durante la Inquisición fueron perfeccionados por el doctor Josef Mengele durante el reinado del Tercer Reich». En otra declaración suya efectuada el 08/05/2013 se delata definitivamente como un verdadero fariseo del maquiavelismo y la manipulación: «Las ideas del nazismo siguen vivas y las emplean con éxito los amos del mundo en su intento de exterminar la humanidad». Ahí queda eso. De esta manera se escribe la historia.
No deja de ser llamativo, que su libro en cuestión, esté publicado por Ediciones B, una editorial masónica propiedad del Grupo Zeta y que su apellido, Estulin, se registre entre los judíos rusos (sus rasgos y fisonomía apuntan en esa dirección). Su padre, para más señas, se llamaba Isaak Estulin.
En nuestro país, siguiendo la estela de los dos sumos pontífices y decanos del frikismo conspirativo internacional liderados por David Icke y Alex Jones (cuya esposa es judía), contamos también con un amplio catálogo y abanico de desinformadores con mayor o menor grado de presencia e intensidad, compuesto por un prolífico y heterogéneo grupo de autores y teóricos comercializados de la conspiración de similares orientaciones y pretensiones, dedicados a sembrar la duda y la confusión.
Todos ellos antinazis conspicuos de talante liberal-progresista, tan exhaustivos y minuciosos en generalidades y cuestiones de «relleno», pero tan parcos, dada la «amnesia prefabricada» de estadistas, intelectuales e historiadores occidentales a la hora de denunciar a la verdadera «élite» del poder mundial (nada que ver con reptilianos, iluminatis, jázaros, jesuitas, quanonitas y demás majaderías para mentes sugestionables e infantiles) que impone la multicultural, la dictadura del dinero y la degradación ética, jovenlandesal, racial y sensual como forma de comportamiento social.
Por el contrario y salvo hechos circunstanciales, el autor omite deliberadamente por completo la nociva y perniciosa influencia que ejerce la ****ría en todos los ámbitos nuestra sociedad, que lo controla y domina todo ("es de mentes infantiles" pensar eso, Estulin dixit). Como tampoco menciona el gran fraude de las cámaras de gas, los sacrificios rituales, las tramas internacionales del Mossad y a los auténticos responsables del 11-S. Como tampoco a negado nunca la existencia del escurridizo e inteligentísimo bichito plandémico.
Este "enfant terrible" del sistema saltó a la fama hace ya bastantes años a raíz de la publicación en el 2005 de su libro La verdadera historia del Club Bilderberg, que lo ha convertido en perejil de numerosos debates televisivos, donde curiosamente niega casi todo lo que previamente ha escrito. Así, en la página 77 suelta una de sus incontables contradicciones: «Bildelberg se convirtó en sinónimo de la toma de poder del gobierno mundial único». Pero en una entrevista en Interconomía en junio de 2012 asegura lo precisamente contrario que Bildelberg no es un gobierno secreto y mundial, pues tal cosa "no existe", y quien sostenga lo contrario "es un conspiranoico" (podéis verlo aquí).
Uno de sus últimos libros, El Instituto Tavistock, el cual he tenido que abandonar al poco de iniciar su lectura, no es más que un vulgar panfleto antinazi y una sucesión de necedades e insensateces supremas, donde se mezcla todo (desde Josef Mengele a Barrio Sésamo, todo es Tavistock), propio del cacao y desorientación ideológica en la que esta sumido este autor, donde la palabra «fascista» aparece prácticamente a lo largo de toda su obra. Otra de sus perlas:
En la página 69, con una singular falta de seriedad y haciendo gala de una inaceptable falta de rigor histórico, escribe lo siguiente: «Los métodos ensayados durante la Inquisición fueron perfeccionados por el doctor Josef Mengele durante el reinado del Tercer Reich». En otra declaración suya efectuada el 08/05/2013 se delata definitivamente como un verdadero fariseo del maquiavelismo y la manipulación: «Las ideas del nazismo siguen vivas y las emplean con éxito los amos del mundo en su intento de exterminar la humanidad». Ahí queda eso. De esta manera se escribe la historia.
No deja de ser llamativo, que su libro en cuestión, esté publicado por Ediciones B, una editorial masónica propiedad del Grupo Zeta y que su apellido, Estulin, se registre entre los judíos rusos (sus rasgos y fisonomía apuntan en esa dirección). Su padre, para más señas, se llamaba Isaak Estulin.
En nuestro país, siguiendo la estela de los dos sumos pontífices y decanos del frikismo conspirativo internacional liderados por David Icke y Alex Jones (cuya esposa es judía), contamos también con un amplio catálogo y abanico de desinformadores con mayor o menor grado de presencia e intensidad, compuesto por un prolífico y heterogéneo grupo de autores y teóricos comercializados de la conspiración de similares orientaciones y pretensiones, dedicados a sembrar la duda y la confusión.
Todos ellos antinazis conspicuos de talante liberal-progresista, tan exhaustivos y minuciosos en generalidades y cuestiones de «relleno», pero tan parcos, dada la «amnesia prefabricada» de estadistas, intelectuales e historiadores occidentales a la hora de denunciar a la verdadera «élite» del poder mundial (nada que ver con reptilianos, iluminatis, jázaros, jesuitas, quanonitas y demás majaderías para mentes sugestionables e infantiles) que impone la multicultural, la dictadura del dinero y la degradación ética, jovenlandesal, racial y sensual como forma de comportamiento social.
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