autsaider
Madmaxista
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No es ninguna paradoja.El racismo, entendido como la defensa de los intereses de tu grupo étnico, siempre ha existido pues forma parte de la naturaleza humana y de toda criatura viviente (afinidad por los genéticamente cercanos), y es algo natural y bueno. De la misma forma que el amor familiar es algo natural y bueno y -por el momento, aunque todo llegará- aún no llamamos a nadie "familiarista" por querer más a sus hijos que a los del vecino y discriminar entre ellos. Pues, genéticamente, la raza no es más que la familia extendida.
La paradoja hoy es que en los USA, y a través de su hegemonía cultural, y otras redes, en el resto del mundo, un grupo étnico (judíos), actuando, naturalmente, de forma racista y promoviendo sus propios intereses étnicos, ha conseguido adoctrinar a otro grupo étnico (blancos) para que en cambio deje de defender sus intereses étnicos presentando esa defensa como algo "inmoral" o incluso patológico, lo que nos está llevando a velocidad de vértigo a la extinción.
Ya hoy somos sólo el 12% de la población mundial y cayendo aceleradamente con nuestros 1.1 hijos por familia (cada generación se reduce en un 45% nuestro número absoluto respecto a la anterior, más aún el relativo) mientras el resto tienen 5 ó 6, a lo que hay que sumar el mestizaje y la inmi gración masiva.
Todos los oligarcas occidentales proceden de la nobleza veneciana o son clientes de esa nobleza.
En otras palabras: hay una única familia que domina el mundo desde hace siglos. Y los demás somos sus subditos.
¿Que quieren ellos de sus subditos?
¿Quieren que seamos de inteligencia viva y de carácter noble? ¿O quieren que seamos mediocres y serviles?
La respuesta es obvia.
Los judíos, los gaies y diversos simples útiles están siendo utilizados para llevar adelante los planes de esa élite.
Tú puedes creerte que los judíos dominan. En cuyo caso vas a ver paradojas y contradicciones por todos lados.
O puedes creerte que los judíos solo son simples útiles. En cuyo caso las paradojas y contradicciones desaparecen.