Hay escritoras interesantes, ahora mismo se me ocurren Sara Mesa como novelista o Berta García Faet como poeta. O la gran dama del fantaterror español, Pilar Pedraza. El que tiene mucho talento siempre va a terminar sacando la cabeza, de una manera u otra; solo que, salvo que tenga padrinos, le va a costar más. Y que luego, un vez establecidos, se dan cuenta de que eso de ser un autor reconocido no es lo que te habías imaginado ni lo que te habían contado. Tiene muchas esclavitudes: presentaciones, conferencias en la otra punta del país, actos de la editorial a los que tienes que asistir aunque no te interesen lo más mínimo, firmas de libros... Salvo que vendas en plan volquete, tipo Pérez Reverte, no te compensa porque te quita tiempo para lo que de verdad te gusta, que es escribir.
Hoy en día en España se publican más libros que nunca en la historia (hay casi más escritores que lectores, como decían por ahí), y en correspondencia, se publica más cosa que nunca. Ahí la ley de Sturgeon es implacable. cosa escrita fundamentalmente por mujeres, pero cosa al fin y al cabo.