Antiparticula
Será en Octubre
Aquellos foreros que decían "ñiñiñi los que registran como mujeres no podrán eludir la ley VIOGEN ñiñiñi" pueden pasar a recoger su OWMNED,
El caso de Candy, el sevillano que cambió de sesso tras ser condenado por maltratar a su exmujer, viene a demostrar las dos grandes denuncias que feministas y expertos han venido haciendo de la Ley tras*: que desactiva por completo la Ley de Violencia de Género y que perseguir un fraude es imposible.
Así se desprende del último auto del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla, en el que este rechaza asumir la investigación por un nuevo episodio de acoso, al entender que, al haber cambiado de sesso en el Registro, ya no podría entenderse en ningún caso como violencia de género.
"No hay duda de que la misma tendrá que responder por los hechos relacionados con violencia de género instruidos, enjuiciados y sentenciados con carácter previo al cambio de sesso por aplicación del artículo 46.3 de la Ley tras*, es decir, anteriores al cambio registral, pero los hechos posteriores producidos tras dicho cambio registral quedarían extramuros del ámbito de violencia de género, siendo calificado como violencia doméstica y por ende, competencia del Juzgado de Instrucción", reza el escrito del magistrado Francisco Manuel Gutiérrez Romero. De esta forma, en ningún caso se enfrentará a las penas que contempla la ley que hasta ahora se consideraba piedra angular del feminismo.
En este sentido, el Juzgado de Violencia contra la Mujer Número 2 de Sevilla, recuerda que "la rectificación registral de la mención de sesso deja de condicionarse a la presentación de un certificado médico con diagnóstico de ‘disforia de género’, y se elimina el requisito hasta entonces en vigor de haberse sometido, por un periodo de dos años como mínimo, a ‘tratamiento médico para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sesso reclamado’, siendo el principio general el de autodeterminación de género". Bajo esta premisa, Candy no será el único que, de forma fraudulenta o no, pueda eludir la aplicación de la Ley de Violencia de Género.
En 2014 le fueron concedidas varias órdenes de protección que, sin embargo, el agresor quebrantó en numerosas ocasiones, hasta que en 2019 fue condenado a 15 meses de guandoca por un delito de quebrantamiento de condena y otro de amenazas. Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el 11 de septiembre de 2023, un juzgado de lo Penal de Sevilla ordenó su ingreso inmediato en prisión. Para sorpresa de su exmujer, un mes antes se había hecho efectivo su cambio de sesso en el Registro, lo que Candy ha utilizado para librarse de que la última denuncia por malos tratos se dirima en un juzgado de Violencia de Género.
https://www.libertaddigital.com/esp...-genero-e-impide-perseguir-el-fraude-7178520/
El caso de Candy, el sevillano que cambió de sesso tras ser condenado por maltratar a su exmujer, viene a demostrar las dos grandes denuncias que feministas y expertos han venido haciendo de la Ley tras*: que desactiva por completo la Ley de Violencia de Género y que perseguir un fraude es imposible.
Así se desprende del último auto del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla, en el que este rechaza asumir la investigación por un nuevo episodio de acoso, al entender que, al haber cambiado de sesso en el Registro, ya no podría entenderse en ningún caso como violencia de género.
"No hay duda de que la misma tendrá que responder por los hechos relacionados con violencia de género instruidos, enjuiciados y sentenciados con carácter previo al cambio de sesso por aplicación del artículo 46.3 de la Ley tras*, es decir, anteriores al cambio registral, pero los hechos posteriores producidos tras dicho cambio registral quedarían extramuros del ámbito de violencia de género, siendo calificado como violencia doméstica y por ende, competencia del Juzgado de Instrucción", reza el escrito del magistrado Francisco Manuel Gutiérrez Romero. De esta forma, en ningún caso se enfrentará a las penas que contempla la ley que hasta ahora se consideraba piedra angular del feminismo.
Los argumentos del juez
"Se burla de la Justicia" y "se ríe de todos", había advertido ya su exmujer. Sin embargo, desde el Gobierno, y particularmente desde el Ministerio de Igualdad, se alega con frecuencia que existen cauces para detectar un posible fraude como pudiera ser este. Ahora, la Justicia da la razón a quienes llevan denunciando que es prácticamente imposible, "puesto que la Ley tras* se basa en un principio de autodeterminación de género, que ni permite hacer indagaciones al encargado del Registro Civil competente para la resolución respecto de la finalidad perseguida por el solicitante, ni tampoco contempla la posibilidad de denegar la rectificación registral solicitada por un adulto en quien no concurra discapacidad que, ostentando legitimación para formular su petición, se ajuste al procedimiento legalmente establecido".En este sentido, el Juzgado de Violencia contra la Mujer Número 2 de Sevilla, recuerda que "la rectificación registral de la mención de sesso deja de condicionarse a la presentación de un certificado médico con diagnóstico de ‘disforia de género’, y se elimina el requisito hasta entonces en vigor de haberse sometido, por un periodo de dos años como mínimo, a ‘tratamiento médico para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sesso reclamado’, siendo el principio general el de autodeterminación de género". Bajo esta premisa, Candy no será el único que, de forma fraudulenta o no, pueda eludir la aplicación de la Ley de Violencia de Género.
Un largo historial de malos tratos
El historial de Candy está plagado de denuncias por violencia contra la mujer, delito por el que ya estuvo en prisión. Tal y como hace unos meses el propio abogado de la víctima explicaba a este periódico, su clienta rompió de manera definitiva la relación sentimental con el padre de sus hijos hace cinco años, debido a los malos tratos tanto psicológicos como físicos que sufrió durante una década, hechos que fueron denunciados en numerosas ocasiones en los juzgados de Violencia sobre la Mujer. Por aquel entonces, él ya había estado 18 meses en prisión por maltratar a otra pareja.En 2014 le fueron concedidas varias órdenes de protección que, sin embargo, el agresor quebrantó en numerosas ocasiones, hasta que en 2019 fue condenado a 15 meses de guandoca por un delito de quebrantamiento de condena y otro de amenazas. Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el 11 de septiembre de 2023, un juzgado de lo Penal de Sevilla ordenó su ingreso inmediato en prisión. Para sorpresa de su exmujer, un mes antes se había hecho efectivo su cambio de sesso en el Registro, lo que Candy ha utilizado para librarse de que la última denuncia por malos tratos se dirima en un juzgado de Violencia de Género.