Scire
Madmaxista
- Desde
- 2 Feb 2007
- Mensajes
- 10.082
- Reputación
- 28.224
El artículo es interesante, pero tiene demasiado de especulación.
Es verdad que el asesinato es raro. ¿Cómo puede funcionar ese arma casera sin que reviente al primer disparo?
Si no recuerdo mal, lo de que recibió dos disparos se supo desde el principio, uno en el cuello y otro en el pecho, no por la noche.
Respecto a lo que Abe representaba, cada uno ve en él lo que le parece, un globalista o un antiglobalista. De hecho, no se dice que ese fin de semana hubo elecciones en Japón, y el asesinato de Abe ayudó a subir el votor por su partido, contra aquellos que son contrarios a cambiar la constitución por otra más militarista, como quieren ahora los EEUU.
Entiendo que Abe era un líder fuerte, pero no le veo demasiado sentido a cargarse a una figura promilitarista, que quería convertir a Japón en el brazo armado de EEUU en Asia contra China.
Con todo, siendo la figura que era, me sorprende que no se le dé demasiada importancia y el caso se haya convertido, aquí en Japón, en el melodrama de un hijo despechado porque su progenitora se metió en una secta y ese tipo de estupideces, que nada tienen que ver con Abe.
Es verdad que el asesinato es raro. ¿Cómo puede funcionar ese arma casera sin que reviente al primer disparo?
Si no recuerdo mal, lo de que recibió dos disparos se supo desde el principio, uno en el cuello y otro en el pecho, no por la noche.
Respecto a lo que Abe representaba, cada uno ve en él lo que le parece, un globalista o un antiglobalista. De hecho, no se dice que ese fin de semana hubo elecciones en Japón, y el asesinato de Abe ayudó a subir el votor por su partido, contra aquellos que son contrarios a cambiar la constitución por otra más militarista, como quieren ahora los EEUU.
Entiendo que Abe era un líder fuerte, pero no le veo demasiado sentido a cargarse a una figura promilitarista, que quería convertir a Japón en el brazo armado de EEUU en Asia contra China.
Con todo, siendo la figura que era, me sorprende que no se le dé demasiada importancia y el caso se haya convertido, aquí en Japón, en el melodrama de un hijo despechado porque su progenitora se metió en una secta y ese tipo de estupideces, que nada tienen que ver con Abe.