John Nash
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El secreto mejor guardado de Alemania
El secreto mejor guardado de Alemania
Las reticencias de Berlín a arrojar luz sobre sus 10 bancos estatales y más de 400 cajas regionales frenan la unión bancaria en la UE, clave para la economía española.
De verdad está dispuesto a supervisar 6.000 entidades financieras en toda Europa?”. El eurodiputado alemán Burkhard Balz formuló recientemente al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, esta pregunta que, más que curiosidad, encerraba una advertencia sobre una de las líneas rojas de Alemania en la nueva estructura económica con que la UE quiere salir de la crisis y evitar otras futuras. Berlín se opone a uno de los pilares básicos de la unión bancaria, un paso más en la integración económica que previamente requiere poner en marcha un sistema común de supervisión de los bancos por parte del BCE, a quien la Comisión Europea propone entregar todo el control supervisor. De momento, por encima del cadáver de Alemania, que desearía que solo vigilase a las principales entidades. En el Consejo Europeo de octubre consiguió postergar como mínimo un año el inicio de una supervisión que España deseaba que hubiera empezado a principios de 2013.
La unión bancaria y la supervisión común es esencial para España, puesto que de ellas depende que las ayudas del rescate bancario vayan directamente a los bancos, sin pasar por el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), que convierte esos fondos europeos en deuda pública. El eurodiputado del PP y vicepresidente de la Comisión de Economía, Pablo Zalba, subrayaba horas después del fin del Consejo Europeo que, a pesar del retraso, al menos “serán todos los bancos los supervisados”, incluidas las “famosas” cajas alemanas, tema tabú en los pasillos comunitarios. El mismo Balz no dudó en bloquear hace poco un informe sobre la unión bancaria que ni siquiera mencionaba a su país.
El secreto mejor guardado de Alemania
Las reticencias de Berlín a arrojar luz sobre sus 10 bancos estatales y más de 400 cajas regionales frenan la unión bancaria en la UE, clave para la economía española.
De verdad está dispuesto a supervisar 6.000 entidades financieras en toda Europa?”. El eurodiputado alemán Burkhard Balz formuló recientemente al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, esta pregunta que, más que curiosidad, encerraba una advertencia sobre una de las líneas rojas de Alemania en la nueva estructura económica con que la UE quiere salir de la crisis y evitar otras futuras. Berlín se opone a uno de los pilares básicos de la unión bancaria, un paso más en la integración económica que previamente requiere poner en marcha un sistema común de supervisión de los bancos por parte del BCE, a quien la Comisión Europea propone entregar todo el control supervisor. De momento, por encima del cadáver de Alemania, que desearía que solo vigilase a las principales entidades. En el Consejo Europeo de octubre consiguió postergar como mínimo un año el inicio de una supervisión que España deseaba que hubiera empezado a principios de 2013.
La unión bancaria y la supervisión común es esencial para España, puesto que de ellas depende que las ayudas del rescate bancario vayan directamente a los bancos, sin pasar por el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), que convierte esos fondos europeos en deuda pública. El eurodiputado del PP y vicepresidente de la Comisión de Economía, Pablo Zalba, subrayaba horas después del fin del Consejo Europeo que, a pesar del retraso, al menos “serán todos los bancos los supervisados”, incluidas las “famosas” cajas alemanas, tema tabú en los pasillos comunitarios. El mismo Balz no dudó en bloquear hace poco un informe sobre la unión bancaria que ni siquiera mencionaba a su país.