Papá y mamá se compraron un pisito modesto en la costa marrón, que era donde podían pagarlo. Mamá aguantó un poco hasta que papá se la metió, porque no quería que pensase que era una facilona, pero es que papá tuvo la paciencia necesaria para demostrarle a mamá que podía confiar en él y que la quería más allá de usarla como agujero. Papá aguantó 'las conversaciones' de mamá que ahora no estais dispuestos a aguantar ninguno porque en cuanto una mujer 'os sale con sus cosas' ya decís que 'es una loca de shishi' y hay que 'poner tierra de por medio'.
No niego las contradicciones de la mujer de hoy, pero es que vosotros también os lo tendríais que hacer mirar.
Correcto, en resumen, hoy dia no hay paciencia por ninguna de las dos partes en las relaciones.