El Conde del Alfoz
Madmaxista
Yolanda Díaz: “Quiero un acuerdo con las distribuidoras para topar los precios de alimentos básicos como el pan, la leche o los bemoles”
Yolanda Díaz, en la entrevista con elDiario.es. Patricia J. Garcinuno
Ignacio Escolar
4 de septiembre de 2022 21:46h
Actualizado el 05/09/2022 08:48h
24
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“No hay nada que tensione más la vida de la gente que no poder hacer la cesta de la compra, y esto está pasando en nuestro país”, asegura la vicepresidenta del Gobierno, que culpa a los “márgenes empresariales” de parte de la subida de precios: “Alguien aquí se está enriqueciendo por el camino y está utilizando la guerra”. Para frenar estas subidas, Yolanda Díaz quiere llegar a un acuerdo con las grandes distribuidoras y los consumidores para “topar los precios de una cesta de productos básicos” como el pan, la leche, los bemoles o la fruta. “Los oligopolios de nuestro país no solo están en el sector bancario o en el energético, tenemos cinco grandes distribuidoras de alimentación que concentran el 50%”.
Yolanda Díaz también alerta de la división en los partidos de izquierdas, y del riesgo que eso supone para las próximas elecciones. “Yo voy a lugares en los que da igual lo que uno piense: es que se llevan mal, es que están todos enfadados con todos, es que no hay racionalidad, es que ni siquiera se escuchan”. Y para frenar esta división propone “una amnistía” en las izquierdas “si quieren que gobernemos en 2023”.
Díaz asegura en esta entrevista con elDiario.es que el Gobierno de coalición no se romperá antes de las elecciones, que seguirá después y que hará “todo lo posible para que Feijóo no entre en La Moncloa”. Incluso se abre a pactar listas conjuntas con el PSOE en algunas circunscripciones o para el Senado, aunque cree que “el Partido Socialista no está maduro para esta realidad”. “Soy una mujer siempre tras*fronteriza, a veces hacemos de las siglas un fetiche”.
¿Va a ser candidata a presidir el Gobierno en las próximas elecciones generales?
No he tomado aún esa decisión, pero cuando la tome, la comunicaré.
¿De qué depende? ¿Por qué no lo ha decidido ya?
Del proceso ciudadano que hemos puesto en marcha y, sobre todo, de la escucha que he arrancado. Lo que más me atrae es el proyecto de país que queremos levantar colectivamente. Estamos viviendo en una sociedad española del siglo XXI con recetas que miran hacia atrás, hacia el siglo XX; necesitamos repensar el país. Vamos a presentar este mes varios grupos de trabajo que van a proyectar el país que queremos. Quiero primero ese gran boceto de una España que es moderna, feminista, ecologista, joven, dinámica… que es la realidad que tenemos. Y después ver cuál es la recepción y las inquietudes de la gente. Y con todo ese trabajo, tomaré una decisión.
¿Qué ha aprendido en estos primeros encuentros de su ‘proceso de escucha’?
El modelo que he diseñado fue muy controvertido, desde la propia denominación. No es un nombre: es un proceso dialogado. Soy una especialista en diálogo social y es una herramienta que funciona. Siempre he dicho que lo importante del diálogo social es que es un proceso. A mí me gusta que todo el diálogo social acabe con acuerdo, pero lo importante es que todas las voces estén y configuren las normas, aunque después no lleguen a acuerdos. El proceso de escucha es algo semejante.
Mi primera escucha, que fue con jóvenes, coincidió en la semana del debate del estado de la nación. Eran 40 jóvenes con una formación extraordinaria, me quedé perpleja. Y lo primero que me dijeron es que los temas que a ellos les preocupaba no habían sido tratados en el debate sobre el estado de la nación.
¿Cuáles eran esos temas?
La profundidad de la emergencia ecológica y climática y la convicción de que estos cambios han de ser sociales. Uno de ellos me dijo: “Yolanda, no vamos a cambiar nada hasta que hagamos que la emergencia climática esté en los puestos de trabajo, esté en una cajera de un supermercado, que ella tome como propia la necesidad de tomar las riendas a un cambio que es de una profundidad brutal, que está cambiando nuestras vidas”.
Había periodistas ayer que cuando me vieron en mi tierra, en Galicia, me decían que les daba miedo porque pertenezco a allí. Tengo una pulsión sin resolver, todos los días pienso en Galicia. También quiero decir con franqueza que tengo una responsabilidad y una única certeza: que soy una mujer progresista y voy a contribuir todo lo que pueda, bien sea en la política activa o desde mi despacho de abogados, como he hecho muchas veces.
La política no se acaba en el Parlamento. También puede estar en un despacho de abogados laboralistas.
Vengo de una casa en la que me lo han enseñado muy bien y, es más, se hace mucha más política en las AMPAS de nuestros hijos, o en los colegios profesionales de abogados y abogadas, o de médicos, que en la política institucional. Pero lo que quiero tras*mitir es que todo lo que yo pueda aportar para que Feijóo y la extrema derecha no gobiernen La Moncloa lo voy a hacer. En esto sí soy clara.
Yolanda Díaz, en la redacción de elDiario.es. Patricia J. Garcinuno
¿Qué ha hecho mal el Gobierno para que el PP lidere todas las encuestas?
En este gobierno, como todos los gobiernos o todos los seres humanos, no somos perfectos. Cometemos errores. Creo que en el Gobierno de España hemos hecho muchísimas cosas que tienen una relevancia brutal. Empezando por la ley de eutanasia, la ley de la infancia, la ley del cambio climático, la ley de la formación profesional o todo lo que tiene que ver con el Ministerio de Trabajo.
Somos un gobierno pionero en Europa con la tras*ición ecológica y con las políticas de Trabajo. Las dos grandes directivas que están ahora mismo debatiéndose beben de las fuentes de las aportaciones del Ministerio de Trabajo. Es muy curioso cómo se ve muy bien en Europa y aquí no tanto.
Es verdad también que existe un malestar social. Venimos de una gestión de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo brutal y ahora estamos con el impacto de una guerra, que es real. La inflación entra todos los días por nuestras casas, está golpeando a toda la sociedad española. A las preguntas que se le formulan en el CIS y en otros institutos demoscópicos, a la gente se le dice: “¿Cómo está la situación económica en general?” Y responden: “Fatal”. Pero, ¿cómo está la suya? “Bueno, la mía más o menos”.
Sé muy bien que la política son sensaciones. No es lo que parece ser a veces. Esto a veces los políticos no lo entienden. El Gobierno tiene que tener la altura de miras para acercarse y tener comprensión con lo que está pasando. Lo dije en su momento: los productores tienen razones para salir a la calle. Y desde luego, hace falta esa proximidad para que la gente se sienta abrazada. La política también es esto. Y tomar medidas que influyan. Por ejemplo, no estamos ante una crisis de demanda, no es esto lo que está provocando la inflación.
No es que de repente se esté consumiendo mucho más.
Ni mucho menos. El dato es claro: los salarios han subido al 2,56% y la inflación, al 10,4%. Ergo los salarios son víctimas de la inflación, no son los causantes de ella. Pero estos días, con los trabajos que han realizado la COAG [Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos] y los consumidores en nuestro país, vemos el agravio y la afectación que tiene. Y no es solo por la subida de precios en los hidrocarburos: también por los precios de la alimentación. Por los oligopolios que tenemos en nuestro país, que no solo están en el sector bancario o en el energético. Tenemos cinco grandes distribuidoras que concentran el 50%.
¿Cree que una de las razones de esa subida de precios está ahí, en la concentración en pocas manos del sistema de distribución de alimentos?
Esto es un factor de riesgo. Nos vienen advirtiendo de la concentración bancaria, nos vienen advirtiendo del factor oligopolio que tenemos con la energía. Y aquí también pasa esto. A los productores les compran las naranjas a 15 céntimos, y los ciudadanos las pagamos a 1,48 euros. Las patatas se pagan a los productores de nuestro país en torno a 18 céntimos y se están vendiendo a 1,35. El ajo llega a los supermercados con un incremento de casi el 800%. Es una barbaridad.
Alguien aquí se está enriqueciendo por el camino y está utilizando la guerra. Esto está pasando y hace imposible la vida de la gente. En este sentido, estoy trabajando para que exista un acuerdo con las distribuidoras y los consumidores en nuestro país. Un acuerdo que consista en determinar una cesta de productos básicos, en torno a 20 o 30 productos, en los que, como hemos hecho con el gas y otras materias, topemos los precios. 20 o 30 productos que son básicos: la leche, el pan, los bemoles, la fruta…
Entiendo que consistiría en definir primero una cesta de productos básicos de primera necesidad para la alimentación, con una dieta equilibrada...
Equilibrada y sana.
...y pactar con las grandes distribuidoras que eso no puede subir de determinado precio.
Y con los consumidores. Hablamos de incrementos del 500%, de 575%. Son datos públicos. No puede ser. Está claro que aquí alguien está haciendo negocio.
¿Y se ha encontrado con la colaboración de esas grandes distribuidoras de alimentos?
Aún no nos hemos reunido, lo vamos a hacer. El Gobierno de España está tomando muchas medidas en el sector energético, estamos gravando con un impuesto creado ex novo, una figura tributaria, a las entidades financieras, pero hay que dar un paso más porque la alimentación es imposible. Lo llevo diciendo, hago la compra con normalidad y la gente tiene razón para estar molesta.
Hay que actuar con los márgenes empresariales. No lo digo yo, lo dice el Banco de España. Nos acaba de decir en su informe que la facturación en las empresas ha crecido en España un 45%. Y los beneficios han crecido el 62%. Por lo tanto, dice el Banco de España, hay margen para actuar en los beneficios empresariales. Y me parece que en la situación que tenemos es lo que hay que hacer.
- “Las izquierdas españolas tienen que darse una amnistía si quieren que gobernemos en 2023”, alerta Yolanda Díaz: “Están todos enfadados con todos y ni siquiera se escuchan”
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Ignacio Escolar
4 de septiembre de 2022 21:46h
Actualizado el 05/09/2022 08:48h
24
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“No hay nada que tensione más la vida de la gente que no poder hacer la cesta de la compra, y esto está pasando en nuestro país”, asegura la vicepresidenta del Gobierno, que culpa a los “márgenes empresariales” de parte de la subida de precios: “Alguien aquí se está enriqueciendo por el camino y está utilizando la guerra”. Para frenar estas subidas, Yolanda Díaz quiere llegar a un acuerdo con las grandes distribuidoras y los consumidores para “topar los precios de una cesta de productos básicos” como el pan, la leche, los bemoles o la fruta. “Los oligopolios de nuestro país no solo están en el sector bancario o en el energético, tenemos cinco grandes distribuidoras de alimentación que concentran el 50%”.
Yolanda Díaz también alerta de la división en los partidos de izquierdas, y del riesgo que eso supone para las próximas elecciones. “Yo voy a lugares en los que da igual lo que uno piense: es que se llevan mal, es que están todos enfadados con todos, es que no hay racionalidad, es que ni siquiera se escuchan”. Y para frenar esta división propone “una amnistía” en las izquierdas “si quieren que gobernemos en 2023”.
Díaz asegura en esta entrevista con elDiario.es que el Gobierno de coalición no se romperá antes de las elecciones, que seguirá después y que hará “todo lo posible para que Feijóo no entre en La Moncloa”. Incluso se abre a pactar listas conjuntas con el PSOE en algunas circunscripciones o para el Senado, aunque cree que “el Partido Socialista no está maduro para esta realidad”. “Soy una mujer siempre tras*fronteriza, a veces hacemos de las siglas un fetiche”.
¿Va a ser candidata a presidir el Gobierno en las próximas elecciones generales?
No he tomado aún esa decisión, pero cuando la tome, la comunicaré.
¿De qué depende? ¿Por qué no lo ha decidido ya?
Del proceso ciudadano que hemos puesto en marcha y, sobre todo, de la escucha que he arrancado. Lo que más me atrae es el proyecto de país que queremos levantar colectivamente. Estamos viviendo en una sociedad española del siglo XXI con recetas que miran hacia atrás, hacia el siglo XX; necesitamos repensar el país. Vamos a presentar este mes varios grupos de trabajo que van a proyectar el país que queremos. Quiero primero ese gran boceto de una España que es moderna, feminista, ecologista, joven, dinámica… que es la realidad que tenemos. Y después ver cuál es la recepción y las inquietudes de la gente. Y con todo ese trabajo, tomaré una decisión.
¿Qué ha aprendido en estos primeros encuentros de su ‘proceso de escucha’?
El modelo que he diseñado fue muy controvertido, desde la propia denominación. No es un nombre: es un proceso dialogado. Soy una especialista en diálogo social y es una herramienta que funciona. Siempre he dicho que lo importante del diálogo social es que es un proceso. A mí me gusta que todo el diálogo social acabe con acuerdo, pero lo importante es que todas las voces estén y configuren las normas, aunque después no lleguen a acuerdos. El proceso de escucha es algo semejante.
Mi primera escucha, que fue con jóvenes, coincidió en la semana del debate del estado de la nación. Eran 40 jóvenes con una formación extraordinaria, me quedé perpleja. Y lo primero que me dijeron es que los temas que a ellos les preocupaba no habían sido tratados en el debate sobre el estado de la nación.
¿Cuáles eran esos temas?
La profundidad de la emergencia ecológica y climática y la convicción de que estos cambios han de ser sociales. Uno de ellos me dijo: “Yolanda, no vamos a cambiar nada hasta que hagamos que la emergencia climática esté en los puestos de trabajo, esté en una cajera de un supermercado, que ella tome como propia la necesidad de tomar las riendas a un cambio que es de una profundidad brutal, que está cambiando nuestras vidas”.
¿Qué hará si decide finalmente que no va a ser candidata a la presidencia del Gobierno? ¿Dejará la política? ¿Volverá a Galicia?Todo lo que yo pueda aportar para que Feijóo y la extrema derecha no gobiernen La Moncloa lo voy a hacer
Había periodistas ayer que cuando me vieron en mi tierra, en Galicia, me decían que les daba miedo porque pertenezco a allí. Tengo una pulsión sin resolver, todos los días pienso en Galicia. También quiero decir con franqueza que tengo una responsabilidad y una única certeza: que soy una mujer progresista y voy a contribuir todo lo que pueda, bien sea en la política activa o desde mi despacho de abogados, como he hecho muchas veces.
La política no se acaba en el Parlamento. También puede estar en un despacho de abogados laboralistas.
Vengo de una casa en la que me lo han enseñado muy bien y, es más, se hace mucha más política en las AMPAS de nuestros hijos, o en los colegios profesionales de abogados y abogadas, o de médicos, que en la política institucional. Pero lo que quiero tras*mitir es que todo lo que yo pueda aportar para que Feijóo y la extrema derecha no gobiernen La Moncloa lo voy a hacer. En esto sí soy clara.
Yolanda Díaz, en la redacción de elDiario.es. Patricia J. Garcinuno
¿Qué ha hecho mal el Gobierno para que el PP lidere todas las encuestas?
En este gobierno, como todos los gobiernos o todos los seres humanos, no somos perfectos. Cometemos errores. Creo que en el Gobierno de España hemos hecho muchísimas cosas que tienen una relevancia brutal. Empezando por la ley de eutanasia, la ley de la infancia, la ley del cambio climático, la ley de la formación profesional o todo lo que tiene que ver con el Ministerio de Trabajo.
Somos un gobierno pionero en Europa con la tras*ición ecológica y con las políticas de Trabajo. Las dos grandes directivas que están ahora mismo debatiéndose beben de las fuentes de las aportaciones del Ministerio de Trabajo. Es muy curioso cómo se ve muy bien en Europa y aquí no tanto.
Es verdad también que existe un malestar social. Venimos de una gestión de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo brutal y ahora estamos con el impacto de una guerra, que es real. La inflación entra todos los días por nuestras casas, está golpeando a toda la sociedad española. A las preguntas que se le formulan en el CIS y en otros institutos demoscópicos, a la gente se le dice: “¿Cómo está la situación económica en general?” Y responden: “Fatal”. Pero, ¿cómo está la suya? “Bueno, la mía más o menos”.
Hay una divergencia enorme entre la percepción general de la economía y la situación individual.Alguien aquí se está enriqueciendo por el camino y está utilizando la guerra
Sé muy bien que la política son sensaciones. No es lo que parece ser a veces. Esto a veces los políticos no lo entienden. El Gobierno tiene que tener la altura de miras para acercarse y tener comprensión con lo que está pasando. Lo dije en su momento: los productores tienen razones para salir a la calle. Y desde luego, hace falta esa proximidad para que la gente se sienta abrazada. La política también es esto. Y tomar medidas que influyan. Por ejemplo, no estamos ante una crisis de demanda, no es esto lo que está provocando la inflación.
No es que de repente se esté consumiendo mucho más.
Ni mucho menos. El dato es claro: los salarios han subido al 2,56% y la inflación, al 10,4%. Ergo los salarios son víctimas de la inflación, no son los causantes de ella. Pero estos días, con los trabajos que han realizado la COAG [Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos] y los consumidores en nuestro país, vemos el agravio y la afectación que tiene. Y no es solo por la subida de precios en los hidrocarburos: también por los precios de la alimentación. Por los oligopolios que tenemos en nuestro país, que no solo están en el sector bancario o en el energético. Tenemos cinco grandes distribuidoras que concentran el 50%.
¿Cree que una de las razones de esa subida de precios está ahí, en la concentración en pocas manos del sistema de distribución de alimentos?
Esto es un factor de riesgo. Nos vienen advirtiendo de la concentración bancaria, nos vienen advirtiendo del factor oligopolio que tenemos con la energía. Y aquí también pasa esto. A los productores les compran las naranjas a 15 céntimos, y los ciudadanos las pagamos a 1,48 euros. Las patatas se pagan a los productores de nuestro país en torno a 18 céntimos y se están vendiendo a 1,35. El ajo llega a los supermercados con un incremento de casi el 800%. Es una barbaridad.
Alguien aquí se está enriqueciendo por el camino y está utilizando la guerra. Esto está pasando y hace imposible la vida de la gente. En este sentido, estoy trabajando para que exista un acuerdo con las distribuidoras y los consumidores en nuestro país. Un acuerdo que consista en determinar una cesta de productos básicos, en torno a 20 o 30 productos, en los que, como hemos hecho con el gas y otras materias, topemos los precios. 20 o 30 productos que son básicos: la leche, el pan, los bemoles, la fruta…
Entiendo que consistiría en definir primero una cesta de productos básicos de primera necesidad para la alimentación, con una dieta equilibrada...
Equilibrada y sana.
...y pactar con las grandes distribuidoras que eso no puede subir de determinado precio.
Y con los consumidores. Hablamos de incrementos del 500%, de 575%. Son datos públicos. No puede ser. Está claro que aquí alguien está haciendo negocio.
¿Y se ha encontrado con la colaboración de esas grandes distribuidoras de alimentos?
Aún no nos hemos reunido, lo vamos a hacer. El Gobierno de España está tomando muchas medidas en el sector energético, estamos gravando con un impuesto creado ex novo, una figura tributaria, a las entidades financieras, pero hay que dar un paso más porque la alimentación es imposible. Lo llevo diciendo, hago la compra con normalidad y la gente tiene razón para estar molesta.
Hay que actuar con los márgenes empresariales. No lo digo yo, lo dice el Banco de España. Nos acaba de decir en su informe que la facturación en las empresas ha crecido en España un 45%. Y los beneficios han crecido el 62%. Por lo tanto, dice el Banco de España, hay margen para actuar en los beneficios empresariales. Y me parece que en la situación que tenemos es lo que hay que hacer.