9.- La vaquilla... Yo la eché de menos, porque posiblemente eran los mejores juegos. Los más dinámicos, los que más porrazos garantizaban, y era la esencia de la España "rural", de la España de "verdad", de la España "popular". De esas fiestas con banda y encierros o vaquillas. No obstante he de decir que a mí me resultó gracioso ver al moñeco tirando "troncos" a los participantes que trataban de subir una cuesta, fue un momento Humor Amarillo.