El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Es un hecho. A partir de 2024 los españoles pagaremos por circular por las autovías españolas. Así lo anunciaba la ministra de tras*portes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, tras confirmar que el Gobierno llevará a cabo un "sistema de tarificación" por el uso de todas las autovías y autopistas estatales -hoy gratuitas- con el fin de sufragar los gastos de conservación y mantenimiento de las carreteras, que actualmente se cubren con los Presupuestos Generales del Estado.
A pesar de que todavía se desconocen los detalles que determinen cómo y cuánto costará cada peaje, el Gobierno baraja la idea de cobrar un céntimo de euro por kilómetro. Un sistema que, en palabras de la ministra, será "sostenible, riguroso y justo" y cuya normativa tendrá que estar lista en junio de 2022, tal como recoge el Plan de Recuperación y Resiliencia a través del cual Pedro Sánchez opta a los Fondos Europeos.
De llevarse a cabo, esta medida afectaría a más de 9.000 kilómetros de carreteras y algunas comunidades autónomas, como Galicia y Asturias, serían las más perjudicadas por su situación periférica y por su limitada red de carreteras estatales. En total son tres las autovías que conectan estas dos comunidades con el resto de la península: la A-6, que une A Coruña con Madrid, la A-66 o Autovía Ruta de la Plata, que cubre el trayecto entre Gijón y Sevilla; y la A-8 que une Lugo con Guipúzcoa. No sólo son pocas las vías de tras*porte, sino que, de imponerse este sistema de pago -un céntimo por kilómetro-, serían tres de las carreteras más caras.
"Galicia se encontraría con que tendría que pagar por su eje vertebrador como es la AP-9 hasta su fecha de amortización y, en paralelo, tendría que pagar por determinadas autovías de acceso como son la A-6 y la A-52 de manera complementaria", según explica Jacobo Díaz, director general de la Asociación Española de la Carretera.
De acuerdo con el análisis realizado por este diario de los datos publicados por el Ministerio de tras*portes, Movilidad y Agenda Urbana, en el caso de que un gallego quisiera desplazarse desde A Coruña hasta la capital, el viaje le costaría 5,92 euros, contando únicamente los gastos del peaje, siendo además un trayecto por el que circulan diariamente más camiones que coches particulares. Pero no sólo serán caros los viajes largos, también moverse dentro de la misma autonomía podría conllevar un sobrecoste de un euro aproximadamente por ir de A Coruña a Lugo y 2,82 por trasladarse hasta Gijón por la A-8.
En total son seis autovías las que conectan Madrid con el resto del territorio peninsular y son las mismas que registran una mayor afluencia de vehículos, por lo que el coste por tras*itar por ellas podría oscilar entre los 3,52 que supondría viajar desde la capital hasta Valencia y los 6,23 euros que costaría el desplazarse desde Madrid hasta Barcelona.
También supondría un gasto viajar dentro de ciertas comunidades autónomas. Como describe Díaz, Castilla y León y Andalucía "han hecho una política de conexión de sus capitales con autovías". Por ejemplo, para viajar de Cádiz a Córdoba se pasa por Sevilla, todo ello sin salir de la A-4.
Según las estadísticas del ministerio, la A-2, que comunica Madrid con la Ciudad Condal pasando por Guadalajara, Zaragoza y Lérida es la autovía que registra el mayor volumen de tráfico diario, especialmente el tramo que discurre entre Zaragoza y Barcelona, por el que circulan de media 136.000 vehículos al día, entre turismos, furgonetas y camiones. A partir de 2024 ese recorrido podría costar a cada conductor alrededor de 3,11 euros en el caso de que se aprobara dicha tarifa.
Sin contar con todos aquellos trabajadores que se desplazan diariamente hasta la capital para acudir a sus respectivos empleos y que se verán afectados por el sistema de cobro en las autovías: 1,36 euros por ir y volver de Guadalajara por la A-2 y 1,44 euros ida y vuelta desde Toledo.
Pagar por lo que hasta el momento era gratis supone un cambio de panorama al que habrá que acostumbrarse. Sin embargo, no sólo supone un gasto para el usuario, sino también para la empresa de cada uno de los vehículos pesados que hacen uso de esas autovías y la alternativa para no pagar reside en el uso de las carreteras secundarias o convencionales, que son las vías donde más accidentalidad y mortalidad se produce en España, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico.
La España vaciada también se verá afectada por los efectos de los peajes. Son zonas en las que el uso del coche particular y el acceso a las autovías es imprescindible para poder trasladarse hasta otros lugares, ya sea hacia la ubicación de los trabajos o a otros servicios esenciales, como centros sanitarios o colegios, que en muchas ocasiones se encuentran lejos. En el caso de Teruel la A-23, que conecta Huesca con Valencia, es la única autovía que tras*curre por la localidad. Una vía de 398 km y que, de implantarse la propuesta del Gobierno, a cada turolense le costaría un total de 1,44 euros desplazarse hasta Valencia y 2,5 euros si el destino es Huesca.
En Extremadura ocurriría algo similar. La A-66, la vía con más kilómetros -692,27 kilómetros-, que conecta tras*versalmente la península de norte a sur es, por ende, la más cara de todas. Para un habitante de Cáceres viajar a Sevilla por esta autovía le costaría 2,64 euros y más de 3 euros ir hasta Madrid.
A pesar de que todavía se desconocen los detalles que determinen cómo y cuánto costará cada peaje, el Gobierno baraja la idea de cobrar un céntimo de euro por kilómetro. Un sistema que, en palabras de la ministra, será "sostenible, riguroso y justo" y cuya normativa tendrá que estar lista en junio de 2022, tal como recoge el Plan de Recuperación y Resiliencia a través del cual Pedro Sánchez opta a los Fondos Europeos.
De llevarse a cabo, esta medida afectaría a más de 9.000 kilómetros de carreteras y algunas comunidades autónomas, como Galicia y Asturias, serían las más perjudicadas por su situación periférica y por su limitada red de carreteras estatales. En total son tres las autovías que conectan estas dos comunidades con el resto de la península: la A-6, que une A Coruña con Madrid, la A-66 o Autovía Ruta de la Plata, que cubre el trayecto entre Gijón y Sevilla; y la A-8 que une Lugo con Guipúzcoa. No sólo son pocas las vías de tras*porte, sino que, de imponerse este sistema de pago -un céntimo por kilómetro-, serían tres de las carreteras más caras.
"Galicia se encontraría con que tendría que pagar por su eje vertebrador como es la AP-9 hasta su fecha de amortización y, en paralelo, tendría que pagar por determinadas autovías de acceso como son la A-6 y la A-52 de manera complementaria", según explica Jacobo Díaz, director general de la Asociación Española de la Carretera.
De acuerdo con el análisis realizado por este diario de los datos publicados por el Ministerio de tras*portes, Movilidad y Agenda Urbana, en el caso de que un gallego quisiera desplazarse desde A Coruña hasta la capital, el viaje le costaría 5,92 euros, contando únicamente los gastos del peaje, siendo además un trayecto por el que circulan diariamente más camiones que coches particulares. Pero no sólo serán caros los viajes largos, también moverse dentro de la misma autonomía podría conllevar un sobrecoste de un euro aproximadamente por ir de A Coruña a Lugo y 2,82 por trasladarse hasta Gijón por la A-8.
En total son seis autovías las que conectan Madrid con el resto del territorio peninsular y son las mismas que registran una mayor afluencia de vehículos, por lo que el coste por tras*itar por ellas podría oscilar entre los 3,52 que supondría viajar desde la capital hasta Valencia y los 6,23 euros que costaría el desplazarse desde Madrid hasta Barcelona.
También supondría un gasto viajar dentro de ciertas comunidades autónomas. Como describe Díaz, Castilla y León y Andalucía "han hecho una política de conexión de sus capitales con autovías". Por ejemplo, para viajar de Cádiz a Córdoba se pasa por Sevilla, todo ello sin salir de la A-4.
Según las estadísticas del ministerio, la A-2, que comunica Madrid con la Ciudad Condal pasando por Guadalajara, Zaragoza y Lérida es la autovía que registra el mayor volumen de tráfico diario, especialmente el tramo que discurre entre Zaragoza y Barcelona, por el que circulan de media 136.000 vehículos al día, entre turismos, furgonetas y camiones. A partir de 2024 ese recorrido podría costar a cada conductor alrededor de 3,11 euros en el caso de que se aprobara dicha tarifa.
Sin contar con todos aquellos trabajadores que se desplazan diariamente hasta la capital para acudir a sus respectivos empleos y que se verán afectados por el sistema de cobro en las autovías: 1,36 euros por ir y volver de Guadalajara por la A-2 y 1,44 euros ida y vuelta desde Toledo.
Pagar por lo que hasta el momento era gratis supone un cambio de panorama al que habrá que acostumbrarse. Sin embargo, no sólo supone un gasto para el usuario, sino también para la empresa de cada uno de los vehículos pesados que hacen uso de esas autovías y la alternativa para no pagar reside en el uso de las carreteras secundarias o convencionales, que son las vías donde más accidentalidad y mortalidad se produce en España, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico.
La España vaciada también se verá afectada por los efectos de los peajes. Son zonas en las que el uso del coche particular y el acceso a las autovías es imprescindible para poder trasladarse hasta otros lugares, ya sea hacia la ubicación de los trabajos o a otros servicios esenciales, como centros sanitarios o colegios, que en muchas ocasiones se encuentran lejos. En el caso de Teruel la A-23, que conecta Huesca con Valencia, es la única autovía que tras*curre por la localidad. Una vía de 398 km y que, de implantarse la propuesta del Gobierno, a cada turolense le costaría un total de 1,44 euros desplazarse hasta Valencia y 2,5 euros si el destino es Huesca.
En Extremadura ocurriría algo similar. La A-66, la vía con más kilómetros -692,27 kilómetros-, que conecta tras*versalmente la península de norte a sur es, por ende, la más cara de todas. Para un habitante de Cáceres viajar a Sevilla por esta autovía le costaría 2,64 euros y más de 3 euros ir hasta Madrid.
Vivir en la periferia: Galicia será la comunidad autónoma más afectada por los peajes
Es un hecho. A partir de 2024 los españoles pagaremos por circular por las autovías españolas. Así lo anunciaba la ministra de tras*portes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel...
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