nefernef
Madmaxista
El otro día me topé con la vida de Alfred Wegener, uno de los precursores de la geología moderna con su teoría de la deriva continental y es apasionante. Curiosamente, es difícil de encontrar en la red algo más que algunos hechos resumidos (ya os la copiaré cuando vuelva esta noche de la biblio). Me parece triste que no se estudien ya ejemplos de vidas así, que no se dé ningún tipo de importancia a la acción individual, no ya en ciencia, ni siquiera en historia, que todo se quiera resumir en procesos.
Alfred Wegener, explorador polar y visionario, nació en Berlín en 1880. COmpletó sus estudios universitarios en Heidelberg e Innsbruck. Aunque obtuvo su doctorado en Astronomía, también desarrolló un gran interés en la Meteorología. En 1906, él y su hermano Kurt establecieron un record de duración de vuelo en globo al permanecer en el aire durante 52 horas (el anterior era de 17). Ese mismo años se incorporó a una expedición danesa al noreste de Groenlandia , donde es posible que se planteara por primera vez la posibilidad de la deriva continental.
Tras su primera expedición a Groenlandia, regresó a Alemania en 1908 y obtuvo un puesto académico como profesor de Meteorología y Astronomía. Durante esa época firmó un artículo sobre la deriva continental y escribió un libro sobre Meteorología. Volvió a Groenlandia entre 1912 y 1913 con su colega Koch para una expedición que le distinguió como la primera persona que hizo una travesía científica de 1200 km, al núcleo glacial de la isla.
Poco después de su regreso se casó con Else Köppen, hija de Wladimir Köppen, un eminente climatólogo que desarrollo una clasificación de los climas del mundo que todavía hoy se utiliza. Poco después de su boda, combatió en la I Guerra Mundial, durante la que fue herido dos veces, pero permaneció en el ejército hasta el fin de la guerra. Durante su periodo de convalecencia, escribió su controvertido libro sobre la deriva continental titulado "The Origin of Continents and Oceans" del que firmaría las ediciones revisadas de 1920,1922 y 1929.
Además de su pasión por encontrar pruebas que respaldaran la deriva continental, Wegener tambièn escribió numerosos artículos científicos sobre meteorología y Geofísica. En 1924 colaboró con su suegro en un libro sobre los cambios paleoclimáticos.
En la primavera de 1930, partió para su cuarta y última expedición a Groenlandia. Uno de los objetivos del viaje era establecer una base glaciar (estación Eissmitte) a 400 km de la costa occidental de Groenlandia, a 3000m de altura. Dado que el inusual mal tiempo entorpeció los intentos de establecer ese puesto, sólo llegó parte de los suministros, y como jefe de expedición, Wegener dirigió un grupo de auxilio para reabastecer la estación junto a F. Lowe y 13 groenlandeses. La abundante nieve y unas temperaturas inferiores a -50ºC hicieron que todos los groenlandeses salvo uno regresaran al campo base. Wegener, Lowe y Willumsen continuaron caminando.
Cuarenta días más tarde, llegaron a Eismitte. Incapaces de establecer comunicación con el campamento base, los investigadores a los que se creía desesperadamente necesitados de suministros, habían conseguido excavar una cueva en el hielo a modo de refugio e intentado alargar sus suministros durante todo el invierno. La heroica carrera para tras*portar suministros había sido innecesaria.
Lowe decidió pasar el invierno en Eismitte debido al agotamiento y a que tenía todos los miembros congelados.. SIn embargo, Wegener parecía "tan fresco, feliz y en forma como si se hubiese ido a dar un paseo". Dos días después, celebraron su 50 cumpleaños y él y Villumsen empezaron el camino cuesta abajo hasta la costa. Nunca llegaron.
Debido a la imposibilidad de mantener contacto entre las estaciones durante el invierno, se creyó que Wegener había pasado el invierno en Eismitte. Si bien se desconocen la fecha y causa exactas de la fin de Wegener, un equipo de búsqueda encontró su cuerpo debajo de la nieve, aproximadamente a mitad de camino. En su cuerpo no había señales de traumatismos, inanición o exposición a la intemperie, por lo que se cree que pudo sufrir un ataque cardíaco mortal. Se supone que Willumsen murió también durante el viaje, aunque nunca se encontraron sus restos.
El equipo de búsqueda enterró a Wegener en la posición en la que le habían encontrado y, con mucho respeto, construyeron un monumento de nieve. Después, en ese mismo lugar, se erigió una cruz de hierro de 6 metros de alto. Desde hace tiempo todo ello ha desaparecido bajo la nieve y se ha acabado convirtiendo en parte de ese casquete glacial.
Alfred Wegener, explorador polar y visionario, nació en Berlín en 1880. COmpletó sus estudios universitarios en Heidelberg e Innsbruck. Aunque obtuvo su doctorado en Astronomía, también desarrolló un gran interés en la Meteorología. En 1906, él y su hermano Kurt establecieron un record de duración de vuelo en globo al permanecer en el aire durante 52 horas (el anterior era de 17). Ese mismo años se incorporó a una expedición danesa al noreste de Groenlandia , donde es posible que se planteara por primera vez la posibilidad de la deriva continental.
Tras su primera expedición a Groenlandia, regresó a Alemania en 1908 y obtuvo un puesto académico como profesor de Meteorología y Astronomía. Durante esa época firmó un artículo sobre la deriva continental y escribió un libro sobre Meteorología. Volvió a Groenlandia entre 1912 y 1913 con su colega Koch para una expedición que le distinguió como la primera persona que hizo una travesía científica de 1200 km, al núcleo glacial de la isla.
Poco después de su regreso se casó con Else Köppen, hija de Wladimir Köppen, un eminente climatólogo que desarrollo una clasificación de los climas del mundo que todavía hoy se utiliza. Poco después de su boda, combatió en la I Guerra Mundial, durante la que fue herido dos veces, pero permaneció en el ejército hasta el fin de la guerra. Durante su periodo de convalecencia, escribió su controvertido libro sobre la deriva continental titulado "The Origin of Continents and Oceans" del que firmaría las ediciones revisadas de 1920,1922 y 1929.
Además de su pasión por encontrar pruebas que respaldaran la deriva continental, Wegener tambièn escribió numerosos artículos científicos sobre meteorología y Geofísica. En 1924 colaboró con su suegro en un libro sobre los cambios paleoclimáticos.
En la primavera de 1930, partió para su cuarta y última expedición a Groenlandia. Uno de los objetivos del viaje era establecer una base glaciar (estación Eissmitte) a 400 km de la costa occidental de Groenlandia, a 3000m de altura. Dado que el inusual mal tiempo entorpeció los intentos de establecer ese puesto, sólo llegó parte de los suministros, y como jefe de expedición, Wegener dirigió un grupo de auxilio para reabastecer la estación junto a F. Lowe y 13 groenlandeses. La abundante nieve y unas temperaturas inferiores a -50ºC hicieron que todos los groenlandeses salvo uno regresaran al campo base. Wegener, Lowe y Willumsen continuaron caminando.
Cuarenta días más tarde, llegaron a Eismitte. Incapaces de establecer comunicación con el campamento base, los investigadores a los que se creía desesperadamente necesitados de suministros, habían conseguido excavar una cueva en el hielo a modo de refugio e intentado alargar sus suministros durante todo el invierno. La heroica carrera para tras*portar suministros había sido innecesaria.
Lowe decidió pasar el invierno en Eismitte debido al agotamiento y a que tenía todos los miembros congelados.. SIn embargo, Wegener parecía "tan fresco, feliz y en forma como si se hubiese ido a dar un paseo". Dos días después, celebraron su 50 cumpleaños y él y Villumsen empezaron el camino cuesta abajo hasta la costa. Nunca llegaron.
Debido a la imposibilidad de mantener contacto entre las estaciones durante el invierno, se creyó que Wegener había pasado el invierno en Eismitte. Si bien se desconocen la fecha y causa exactas de la fin de Wegener, un equipo de búsqueda encontró su cuerpo debajo de la nieve, aproximadamente a mitad de camino. En su cuerpo no había señales de traumatismos, inanición o exposición a la intemperie, por lo que se cree que pudo sufrir un ataque cardíaco mortal. Se supone que Willumsen murió también durante el viaje, aunque nunca se encontraron sus restos.
El equipo de búsqueda enterró a Wegener en la posición en la que le habían encontrado y, con mucho respeto, construyeron un monumento de nieve. Después, en ese mismo lugar, se erigió una cruz de hierro de 6 metros de alto. Desde hace tiempo todo ello ha desaparecido bajo la nieve y se ha acabado convirtiendo en parte de ese casquete glacial.
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