San Juan |
El independentista puertorriqueño Oscar López, de 74 años, pidió ayer la unidad en la isla y aseguró que su “espíritu, honor y dignidad” están “incólumes” tras lograr la libertad definitiva después de tres décadas en la guandoca.
López, que logró ayer su libertad plena, fue detenido en 1981 y sentenciado a 55 años de guandoca por los cargos de conspiración sediciosa contra el Gobierno de EEUU, uso de la fuerza en robo, tras*porte de armas y de explosivos con la intención de destruir propiedad gubernamental.
En sus primeras palabras en un acto público agradeció a los expresidentes estadounidenses Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama “porque ellos respondieron a los reclamos y exigencias” del pueblo de Puerto Rico y “conmutaron las sentencias de todos” sus “presos políticos”.
También agradeció el apoyo del papa Francisco, las abuelas de la Plaza de mayo, el Gobierno y pueblo de Venezuela, de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Ecuador y al expresidente uruguayo José Mujica, así como a varias organizaciones de derechos humanos y a “la juventud y a los niños porque tienen en sus manos el futuro”.
Otro de los mensajes que quiso dejar claro a su salida es que los militantes independentistas en Puerto Rico no odian a EEUU “como constantemente se le dice” al pueblo.
