Cuak Cuak
Pato foril
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Planteo una cuestión inédita en este subforo, que no tiene que ver con hechos históricos concretos, sino con la percepción emocional que tenemos de hechos históricos anteriores a nuestro nacimiento.
En mi experiencia, cuando eres joven, tienes una percepción del pasado muy distinta a cuando eres mayor. Para un joven, mirar 10 años atrás es mirar a un pasado lejano, y pensar en cosas anteriores a su nacimiento es directamente pensar en el pleistoceno. A un joven le puede apasionar la Historia, pero siempre la verá como el relato de un mundo remoto, casi mítico, que apenas tiene conexión con el mundo actual.
A medida que te vas haciendo mayor, la percepción cambia y vas comprendiendo más la Historia como un continuo. Cuando te das cuenta de que los últimos 20 años han pasado como un suspiro, entiendes que los 20 años anteriores a tu nacimiento también pasaron como un suspiro para la gente adulta. Y ahí es cuando empiezas a entender, a nivel emocional y no intelectual, que la Guerra Civil por ejemplo, es algo mucho más reciente de lo que tú creías. Y así puedes seguir hacia el siglo XIX, y más atrás.
Por lo general, me temo que esa comprensión de la Historia como continuo la tiene muy poca gente. Es decir, no me refiero a comprender intelectualmente las cadenas de causa-efecto (eso lo entiende hasta un crío de 15 años), sino a comprenderlo emocionalmente, de manera que no veas la Historia anterior a tu nacimiento como algo ajeno, sino como algo tuyo.
¿Habéis llegado a ese punto ya? ¿Empezáis a verlo? Entiendo que es un proceso gradual y que cuanta más edad, más lo ves.
En mi caso he empezado a vislumbrarlo hace pocos años, y con limitaciones. Por ejemplo, no me dura todo el tiempo, son más bien fogonazos de clarividencia que duran unos pocos minutos. Y sólo veo el continuo claramente desde el siglo XIX hasta la actualidad. Antes del XIX me cuesta ver la conexión con nuestros días. Repito por si a estas alturas hay algún despistado que todavía no ha entendido el hilo: hablo de la vivencia emocional de la Historia, no de la meramente intelectual o racional.
En mi experiencia, cuando eres joven, tienes una percepción del pasado muy distinta a cuando eres mayor. Para un joven, mirar 10 años atrás es mirar a un pasado lejano, y pensar en cosas anteriores a su nacimiento es directamente pensar en el pleistoceno. A un joven le puede apasionar la Historia, pero siempre la verá como el relato de un mundo remoto, casi mítico, que apenas tiene conexión con el mundo actual.
A medida que te vas haciendo mayor, la percepción cambia y vas comprendiendo más la Historia como un continuo. Cuando te das cuenta de que los últimos 20 años han pasado como un suspiro, entiendes que los 20 años anteriores a tu nacimiento también pasaron como un suspiro para la gente adulta. Y ahí es cuando empiezas a entender, a nivel emocional y no intelectual, que la Guerra Civil por ejemplo, es algo mucho más reciente de lo que tú creías. Y así puedes seguir hacia el siglo XIX, y más atrás.
Por lo general, me temo que esa comprensión de la Historia como continuo la tiene muy poca gente. Es decir, no me refiero a comprender intelectualmente las cadenas de causa-efecto (eso lo entiende hasta un crío de 15 años), sino a comprenderlo emocionalmente, de manera que no veas la Historia anterior a tu nacimiento como algo ajeno, sino como algo tuyo.
¿Habéis llegado a ese punto ya? ¿Empezáis a verlo? Entiendo que es un proceso gradual y que cuanta más edad, más lo ves.
En mi caso he empezado a vislumbrarlo hace pocos años, y con limitaciones. Por ejemplo, no me dura todo el tiempo, son más bien fogonazos de clarividencia que duran unos pocos minutos. Y sólo veo el continuo claramente desde el siglo XIX hasta la actualidad. Antes del XIX me cuesta ver la conexión con nuestros días. Repito por si a estas alturas hay algún despistado que todavía no ha entendido el hilo: hablo de la vivencia emocional de la Historia, no de la meramente intelectual o racional.