Vaticano: una comisión para descubrir las falsas apariciones de la Virgen María. ¿Y para descubrir las verdaderas?

Israel Gracia

Madmaxista
Desde
2 Oct 2019
Mensajes
4.915
Reputación
11.529
Lugar
Investigador CNI
La etapa final de la historia comenzó un 13 de mayo de 1917, en Fátima.
Eulogio López 13/05/23 07:00
Como en Fátima, en 1917, donde servidor fecha el inicio del mundo actual... y de la etapa final de la historia

Como en Fátima, en 1917, donde servidor fecha el inicio del mundo actual... y de la etapa final de la historia
Lo prometo: pensaba no entrar en la última ocurrencia de la Curia vaticana pero es que Jorge Fernández, el exministro que se ha convertido en articulista -cometido mucho más relevante-, desde las páginas de La Razón, me está provocando, y uno ya saben que es como un miura: le ponen el paño rojo... Este es el artículo que ha publicado sobre la última ocurrencia curial, mismamente en el mes de mayo, mismamente, aunque se trate de una fiesta civil e incluso comercial, en víspera del Día de la progenitora.
Total, que a un cerebro brillante se le ha ocurrido, allá en el Vaticano, que precisan de un nuevo organismo para vigilar a esos locos que creen que se les aparece la Virgen María. En efecto, en el mundo actual tenemos locos para exportar además de que la increencia y la deformación, que ha alcanzado cuotas alarmantes y cuotas mayoritarias, hace que sobreabunden los falsos profetas.
Mundo actual: "los papás son divertidos, las mamás son para cuando duele"
Ahora bien, también es verdad, como recuerda Fernández, que si algo distingue al cristianismo actual es el protagonismo de la Corredentora, la progenitora de Dios. Y es lógico, porque las madres suelen estar en un segundo plano y sólo pasan al proscenio en los momentos de dificultad, como el que justamente ahora mismo atraviesa la humanidad (seguro que en esto último estamos de acuerdo todos, incluidos los más recalcitrantes agnósticos). Como decía aquella antigua, y no muy buena, película: "los papás son divertidos, las mamás son para cuando duele".
Por tanto, lo lógico es que las apariciones marianas se hayan disparado en esta etapa fin de ciclo y lo ilógico es que la jerarquía, en lugar de animar al tránsito por las dos únicas vías de salvación del cristianismo actual -la Eucaristía y la Santísima Virgen- se dediquen a crear organismos para buscar a los falsos profetas en lugar de escuchar a los profetas verdaderos... y no hay mejor profeta que la Reina de los Profetas. ¿Una comisión para descubrir las falsas apariciones de la Virgen María? ¿Y para descubrir las verdaderas... creamos otra?
A pedir, enfrente
En España, 'Tierra de María', esto resulta especialmente ofensivo, porque si en algo ha fallado, con las excepciones que se deseen, la jerarquía católica española a lo largo de los siglos XX y XXI ha sido en su recalcitrante negativa a los mensajes que la Virgen ha ido sembrando a través de los elementos más humildes de la sociedad.
Como en Fátima, en 1917, donde servidor fecha el inicio del mundo actual... y de la etapa final de la historia. Recuerden: El 13 de mayo la Virgen María, bajó de los Cielos a Cova de Iria. Ahí empezó todo, incluida la Perestroika y el lacerante siglo XX, seguido por el satánico siglo XXI. Y la solución es inequívoca: volver a María quien, por cierto, es progenitora dulce pero que sabe exigir a sus hijos.
Posdata: y recuerden aquella anécdota de un profeta anónimo, quien insistentemente, ante el Santísimo, formulaba una petición en en la capilla central de Fatima, enfrente de la dedicada a las apariciones. De pronto, el susodicho escuchó una voz interior que le decía: "Para pedir, enfrente". Pues eso: para pedir mercedes, a la progenitora. Hoy, Cristo no está para solicitar gracias -sólo la Gracia- sino para ser consolado por el hombre.
 
Lo que no se puede negar es que lo dicho en Fátima, el esparcimiento del error por parte de Rusia, es un hecho. La progenitora Rusia colonizada por esa corriente atea y totalitaria que tan corrosiva ha sido para Europa.

Contexto diferente al actual, Rusia se abroga el papel de defensor de un tradicionalismo que no es tal, solo un papel otorgado por la inercia histórica y que sirve de salvoconducto para plantear dos bloques en uno de los cuales aparece China como un gigante.
 
Volver