Unas preguntas que hago a la numerosa comunidad de franquistas amaaliados del foro.

MONCHITO POPPER dijo:

Para que el establecimiento de la autogestión ( Última fase del proceso revolucionario comunista ) no sea una mera de derechasda, debe acarrear el desvencijamiento de la estructura estatal, hasta llegar a su sustitución por formas fluidas de organización social incompatibles con la existencia de los complejos industriales de hoy ( La desindustrialización debe ser global, en todo el mundo occidental, y al mismo tiempo) Para ello la URSS debía desaparecer primero una vez inoculado el veneno del pensamiento materialista, relativista y hegeliano en el mundo occidental, y en la Iglesia Católica

La persuasión ideológica ortodoxa de la URSS en el mundo occidental no cumplió su misión. Según la famosa profecía de Marx, a medida que se desarrollara la economía capitalista, crecería la oposición entre el proletariado industrial cada vez más pobre, y la burguesía cada vez más rica. Esto produciría una agudización de la lucha de clases por medio de la cual la clase obrera conquistaría el poder en las naciones industrializadas de Occidente. No fue así

Ahora bien, los dirigentes soviéticos no podían iniciar la marcha hacia la disgregación autogestionaria del estado y de las sociedades en el Este mientras no viesen, de uno u otro modo, que las naciones capitalistas de Occidente entrasen en el mismo camino de unas incipientes sociedades postindustrialed ( Mayo del 68, Hombre moderno que se aleja de la civilización cristiana hacia un tipo de vida quimérico, en la que pueda dar rienda suelta a sus pasiones y librarse del cumplimiento del deber , y de la presencia del esfuerzo, y del dolor)

Habría que ser ingenuo para imaginar a Stalin, Kruschev, o Gorbachov tras*formando a Rusia en un maremágnum de comunidades autogestionarias postindustriales, más o menos desmilitarizadas, frente a unos Estados Unidos y un Occidente supercapitalistas, con toda su gigantesca organización industrial, tecnológica, y militar intacta, pues se habrían creado entonces las condiciones para que en cualquier momento el mundo occidental acabara fácilmente con la amenaza soviética. Por lo demás había otra cuestión que los dirigentes del Kremlim no podian dejar de plantearse. Existían dentro del bloque occidental más de 800 millones de personas dirigidas espiritualmente por un sólo hombre. Era la Iglesia Católica. Si este inmenso conglomerado no entrase en la vía de la autogestión , democratizando las estructuras eclesiasticas y promoviendo las reformas correspondientes en la sociedad temporal, paralizaría la marcha hacia la utopía autogestionaria. Más aún: Si en un mundo disuelto en micro unidades autogestionarias sólo la Iglesia Católica, permaneciese organizada y refractaria a esa atomización ésta tendría en sus manos todas las condiciones para asumir en un momento determinado la conducción de los destinos de la humanidad, lo cual evidentemente se opone a los designios comunistas. ( Para ello Concilio Vaticano II)

A finales de los 80 la URSS estaba dispuesta para ser sacrificada, en aras de la consecución de un objetivo mayor. La desintegración de Occidente y de la iglesia Catolica no mediante la lucha de clases y el marxismo, sino mediante la inoculación en sus sociedades del relativismo jovenlandesal, el materialismo, y desindustrialización de sus países

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