INE
Será en Octubre
- Desde
- 25 May 2007
- Mensajes
- 25.336
- Reputación
- 72.701
Algún tipo de castigo teneis que padecer por el escaqueo. Esto ya no es ciencia, es socilogía de masas: no sería bien visto por el resto de la sociedad, y sería muy desmoralizante y desmotivador, que se premie el parasitismo de algunos. El sivergüenza, el jeta, no se puede salir con la suya. Socavaría los principios más elementales de la convivencia pacífica.
Todos los palos en las ruedas que habeis puesto se os van a devolver uno a uno. Sin excepción.
Si es que además teneis la inteligencia de un centollo .... No te digo que nos agradezcais lo que hemos hecho por vosotros, pero por lo menos estaros callaos y que no se os vea ... Nada, vosotros a lo vuestro, el insulto y la provocación. Dando la nota para que se os vea bien ...
Ni de coña. Os vais a quedar igual de escocidos y con la misma cara de iluso que el buen hijo en la parábola del hijo pródigo.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús todos los publicanos y los pecadores para oírle. Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde." Y él les repartió la herencia. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su herencia viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y llegó a desear llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Pero cuando aún estaba muy lejos, su padre lo vio y, conmovido corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha apiolado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu herencia con cortesanas, has apiolado para él el novillo cebado!"
Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."