Ya lo hicieron hace tiempo
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Por qué amenaza EEUU a la Corte Penal Internacional
Por qué amenaza EEUU a la Corte Penal Internacional
Una posible investigación sobre crímenes de guerra y lesa humanidad en Afganistán y una denuncia de Palestina contra Israel indignan a la Administración Trump.
Redacción El HuffPost
23/09/2018 a las 09:11Actualizado el 23/09/2018 a las 09:11
John Bolto, asesor de Seguridad de Trump, y Fatou Bensouda, fiscal jefe de la CPI, en sendas imágenes de archivo.REUTERS / CPI
Estados Unidos ha retomado su guerra contra la
Corte Penal Internacional (CPI). Volviendo a los tiempos más neցros del mandato de
George W. Bush, terribles para el Alto Tribunal, ahora el presidente
Donald Trump vuelve a la carga, denostando su trabajo y amenazando con consecuencias apocalípticas si alguna de sus investigaciones osa tocar un pelo de un norteamericano o de alguno de sus aliados (léase
Israel).
Lo que ha indignado a la Casa Blanca es la posibilidad de que la CPI investigue supuestos crímenes de guerra cometidos en
Afganistán, un país donde
EEUU encabezó la coalición que depuso a los
talibanes en 2001 y donde aún sigue: cuenta con 14.000 soldados desplegados. También enfada a los republicanos el debate interno preliminar sobre si la Corte indagará o no en la ocupación de
Palestina (unos 600.000 colonos en el este de Jerusalén y Cisjordania) y en la fin de civiles en Gaza,
como ha pedido la Autoridad Nacional.
¿Pero qué se quiere investigar?
La fiscal jefe de la CPI, la gambiana
Fatou Bensouda, pidió permiso en noviembre de 2017 para abrir una investigación formal sobre los supuestos
crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en la guerra de Afganistán entre 2003 y 2006. Algunos de sus perpetradores pueden ser soldados estadounidenses que formaban parte de dicha misión. Además, se propone una investigación sobre las actividades desarrolladas por miembros de la
CIA en suelo de Afganistán, Polonia, Rumanía y Lituania; en estos tres últimos países, se indica, pueden haberse instalado
cárceles secretas.
Pero el foco no sólo se pone en EEUU sino que el informe preliminar señalaba también "a los talibanes, grupos armados afiliados [hay no menos de 20 clanes
yihadistas en la zona], y a las autoridades, como presuntos autores de iguales delitos".
"Existen razones para creer que la apertura de esta investigación servirá a los intereses de la justicia, teniendo en cuenta la gravedad de los presuntos crímenes", entre los que se incluyen el asesinato indiscriminado de civiles, las detenciones ilegales, el secuestro, la tortura, o el empleo de niños soldado, entre otros. La idea es "velar por los intereses de las víctimas", 17 años después del inicio de la contienda y en un momento de inestabilidad creciente.
Ahora, en unas semanas, la CPI tiene que pronunciarse sobre si abre o no esa investigación reclamada por Bensouda. Y de ahí viene el malestar de Washington.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
5c8a7ec72300007f01232b54SHAMIL ZHUMATOV / REUTERS
Los argumentos y las amenazas de EEUU
El encargado de tras*mitir la postura oficial de EEUU ha sido el principal asesor de Seguridad de Trump,
John Bolton, un halcón que ya fue embajador ante la
ONU con Bush hijo. "No cooperaremos con ellos (...). Dejaremos que la CPI se muera sola. Al fin y al cabo, en la práctica, la CPI ya está muerta para nosotros", sentenció días atrás ante la
Federalist Society, una organización conservadora en Washington.
Su argumento esencial es que ningún "burócrata extranjero" va a enjuiciar a un norteamericano -"patriotas estadounidenses", los llama- y que ninguna otra nación va a "dictar" las "normas de autodefensa" de los Estados Unidos. "En términos seculares, no reconocemos ninguna autoridad superior a nuestra Constitución", resume, hasta metiendo a Dios por medio.
Va más allá y acusa a la corte de La Haya de ser "ineficaz", "irresponsable" y "francamente peligrosa para Estados Unidos, Israel y otros aliados". Entiende que es un tribunal "ilegítimo", que plantea "enjuiciamientos injustos" y ante la que, por tanto, hay que proteger "con todos los medios necesarios" a los norteamericanos.
El asesor del magnate neoyorkino no sólo ensucia la imagen de la CPI sino que amenaza a sus miembros, por si deciden dar el paso e investigar. Ha anunciado que vetará la entrada en EEUU a sus jueces y fiscales si se llega a ese punto, promete que serán procesados por el sistema penal del país y sancionarán los fondos de la Corte y sus trabajadores en el sistema financiero estadounidense. "No nos vamos a quedar sentados", prometió.
Si algún país se atreve a cooperar en alguna investigación que afecte a Washington, se "tomará nota", igualmente, "para determinar la asistencia económica, militar y de inteligencia" que se le suministra. Si se le cierra el grifo, hablando claro.
Una posible investigación sobre crímenes de guerra y lesa humanidad en Afganistán y una denuncia de Palestina contra Israel indignan a la Administración Trump.
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