Más que exclusividad es consumismo puro y duro. Todos nos dejamos llevar por algo en mayor o menor medida.
La cuestión es que algunos sabemos dónde tenemos nuestro tope y otros muchos muchísimos solo lo ven cuando la tarjeta se queda en números gente de izquierdas o te llaman de una empresa de recobros amenazandote porque llevas 10 meses sin pagar un duro del pastizal que debes de los crédito pendientes.
Cuando te pones metas en tu vida e intentas conseguirlas dejas a un lado el consumismo o la exclusividad durante un tiempo y vas con los pies más cerca del suelo.
Casi que prefiero engancharme a las drojas que a la tarjeta de crédito, creo que un drojadicto sale antes del pozo que un consumista extremo.