No señor, es el hombre blanco manipulador el que ha convencido a esos salvajes, con décadas de ideología en vena, de que la culpa es nuestra.
Recuerdo hace muchos años, finales de los 70 y los 80, cuando el mundo giró la vista hacia Etiopía y Somalia, con dos terribles hambrunas. Cuando se hicieron famosas las lamentables imágenes de críos muriendo de hambre.
El mensaje fue unánime: la culpa es nuestra, cómo hemos podido hacerlo. Empezaron las ONGs, y los conciertos solidarios, y los más ricos del primer mundo haciéndose el harakiri en público, dándose con el cilicio de la culpa.
Sin embargo, en ningún momento los jovenlandeses hasta ese momento habían pensado que fuera culpa de occidente. Es más, un enorme secreto oculto a plena vista (nadie habla de él!!!) es que cuando se independizaron los países jovenlandeses, la mayor parte de ellos tuvieron regímenes comunistas, incluyendo Etiopía y Somalia.
Eso fue lo que les mató de hambre, lo que provocó guerras y estados fallidos.
Sin embargo llegó el hombre blanco, con su racismo mal entendido y su condescendencia, e introdujo en la cabeza de los pobres de occidente que debían destinar millones y millones a engordar las arcas de los tiranos de turno y a destrozar sus maltrechas economías destrozando a los productores con campañas de productos gratis que duraban un mes.
No, no fue idea suya. Fue idea del hombre blanco antecesor del wokismo.