Koriel
Madmaxista
El cambio climático en acción…
Mientras Junta y ayuntamientos estudian cómo regenerar las más de 5.100 hectáreas quemadas en el incendio de Los Guájares, cuyas causas -descartadas las naturales- continúan investigándose más de un mes después, la administración autonómica y el Ministerio de tras*ición Ecológica tramitan cuatro proyectos de energías renovables que prevén ubicarse en terrenos afectados por el fuego y que todavía están pendientes de autorización.
Se trata de tres parques eólicos y una central hidroeléctrica reversible, de bombeo, promovidos por el grupo empresarial Villar Mir, como ya avanzó este periódico el año pasado. En la imagen de arriba se muestra la ubicación de los aerogeneradores y de la balsa de la central, así como de un depósito de tierras, sobre la superficie afectada por el incendio, delimitada en rojo, en un mapa elaborado por Educación Forestal(@eforestal) a partir de imágenes de satélite.
Los parques eólicos se denominan Zaza, Mizán y Vico, y cada uno prevé contar con 5 aerogeneradores, con lo que sumarán 15 molinos de viento desplegados por montes que actualmente se encuentran calcinados.
El parque Zaza está proyectado en la llamada cuerda de la Chinchirina, la cadena montañosa que divide Los Guájares del Valle de Lecrín, y que empieza al oeste en la ermita del Cristo del Zapaato -a donde afortunadamente no llegó el fuego con la intervención de voluntarios que ayudaron a los efectivos contraincendios- y termina en el pico La Giralda. Los terrenos donde se instalarán los molinos pertenecen a los términos de El Valle y El Pinar.
Todos esos montes fueron afectados por las llamas y en sus cimas, a más de 1.300 metros de altitud, están proyectados los cinco aergoneneradores del del parque Zaza, que tendrán 100 metros de altura y 150 metros de diámetro, y cuya implantación precisará de apertura de caminos para su instalación y montaje, y por ahí pasará la línea de evacuación eléctrica de los tres parques, con torretas que se desplegarán por el Valle de Lecrín hasta la futura subestación de Saleres.
Los otros dos parques eólicos se ubicarán más al sureste, uno muy cercano al otro. Tanto el complejo Mizán como Vico se ubicarán en montes del municipio de El Pinar. También con las mismas características: cinco aerogeneradores de 5 Mw de potencia, con algo más de 100 metros de altura y 150 metros de diámetro.
Los tres parques se sitúan en montes públicos, en los que las normas subsidiarias del Ayuntamiento de El Pinar, pese a tratarse de suelo no urbanizable, prevé que podrán autorizarse edificaciones e instalaciones de utilidad pública e interés social.
Central de bombeo
Y también sobre terrenos afectados por el fuego, en la zona más al este de la superficie quemada, prevé construirse la balsa y el depósito de tierras de la central hidroeléctrica reversible que proyecta Villar Mir en el embalse de Rules.
La balsa, de 1,4 hectómetros cúbicos de capacidad, ocupará unas 18,5 hectáreas en los montes de la Venta de la Cebada, y muy cerca se situará el depósito de tierras excavadas para hacer la balsa. Desde la balsa saldrá la gran tubería hacia el embalse de Rules.
Las centrales hidroeléctrica reversibles, también llamadas de bombeo, son una prioridad para la tras*ición energética planteada por el Ministerio, porque permiten paliar la intermitencia de las instalaciones totovoltaicas y eólicas, que solo producen electricidad cuando hay sol y viento.
Las centrales de bombeo se diferencian de las habituales en que, además de generar electricidad con el agua que desciende por una tubería hasta las turbinas de la planta, también usan electricidad para bombear el agua hacia arriba. En horas de mayor demanda eléctrica funcionará como una central hidroeléctrica normal y en horas de poco consumo energétiico -generalmente por la noche y fines de semana- usará energía 'sobrante' de la red para bombear el agua desde abajo hasta un depósito superior , la balsa, y almacenarla, para usarla de nuevo en caída y volver a generar electricidad.
Las centrales de bombeo funcionan, pues, como una gran batería o almacenamiento de electricidad y se les atribuye un papel relevante en la regulación de la red eléctrica.
Mientras Junta y ayuntamientos estudian cómo regenerar las más de 5.100 hectáreas quemadas en el incendio de Los Guájares, cuyas causas -descartadas las naturales- continúan investigándose más de un mes después, la administración autonómica y el Ministerio de tras*ición Ecológica tramitan cuatro proyectos de energías renovables que prevén ubicarse en terrenos afectados por el fuego y que todavía están pendientes de autorización.
Se trata de tres parques eólicos y una central hidroeléctrica reversible, de bombeo, promovidos por el grupo empresarial Villar Mir, como ya avanzó este periódico el año pasado. En la imagen de arriba se muestra la ubicación de los aerogeneradores y de la balsa de la central, así como de un depósito de tierras, sobre la superficie afectada por el incendio, delimitada en rojo, en un mapa elaborado por Educación Forestal(@eforestal) a partir de imágenes de satélite.
Los parques eólicos se denominan Zaza, Mizán y Vico, y cada uno prevé contar con 5 aerogeneradores, con lo que sumarán 15 molinos de viento desplegados por montes que actualmente se encuentran calcinados.
El parque Zaza está proyectado en la llamada cuerda de la Chinchirina, la cadena montañosa que divide Los Guájares del Valle de Lecrín, y que empieza al oeste en la ermita del Cristo del Zapaato -a donde afortunadamente no llegó el fuego con la intervención de voluntarios que ayudaron a los efectivos contraincendios- y termina en el pico La Giralda. Los terrenos donde se instalarán los molinos pertenecen a los términos de El Valle y El Pinar.
Todos esos montes fueron afectados por las llamas y en sus cimas, a más de 1.300 metros de altitud, están proyectados los cinco aergoneneradores del del parque Zaza, que tendrán 100 metros de altura y 150 metros de diámetro, y cuya implantación precisará de apertura de caminos para su instalación y montaje, y por ahí pasará la línea de evacuación eléctrica de los tres parques, con torretas que se desplegarán por el Valle de Lecrín hasta la futura subestación de Saleres.
Los otros dos parques eólicos se ubicarán más al sureste, uno muy cercano al otro. Tanto el complejo Mizán como Vico se ubicarán en montes del municipio de El Pinar. También con las mismas características: cinco aerogeneradores de 5 Mw de potencia, con algo más de 100 metros de altura y 150 metros de diámetro.
Los tres parques se sitúan en montes públicos, en los que las normas subsidiarias del Ayuntamiento de El Pinar, pese a tratarse de suelo no urbanizable, prevé que podrán autorizarse edificaciones e instalaciones de utilidad pública e interés social.
Central de bombeo
Y también sobre terrenos afectados por el fuego, en la zona más al este de la superficie quemada, prevé construirse la balsa y el depósito de tierras de la central hidroeléctrica reversible que proyecta Villar Mir en el embalse de Rules.
La balsa, de 1,4 hectómetros cúbicos de capacidad, ocupará unas 18,5 hectáreas en los montes de la Venta de la Cebada, y muy cerca se situará el depósito de tierras excavadas para hacer la balsa. Desde la balsa saldrá la gran tubería hacia el embalse de Rules.
Las centrales hidroeléctrica reversibles, también llamadas de bombeo, son una prioridad para la tras*ición energética planteada por el Ministerio, porque permiten paliar la intermitencia de las instalaciones totovoltaicas y eólicas, que solo producen electricidad cuando hay sol y viento.
Las centrales de bombeo se diferencian de las habituales en que, además de generar electricidad con el agua que desciende por una tubería hasta las turbinas de la planta, también usan electricidad para bombear el agua hacia arriba. En horas de mayor demanda eléctrica funcionará como una central hidroeléctrica normal y en horas de poco consumo energétiico -generalmente por la noche y fines de semana- usará energía 'sobrante' de la red para bombear el agua desde abajo hasta un depósito superior , la balsa, y almacenarla, para usarla de nuevo en caída y volver a generar electricidad.
Las centrales de bombeo funcionan, pues, como una gran batería o almacenamiento de electricidad y se les atribuye un papel relevante en la regulación de la red eléctrica.