ATARAXIO
Madmaxista
- Desde
- 6 Mar 2017
- Mensajes
- 91.447
- Reputación
- 210.502
Thomas Hobbes - Wikipedia, la enciclopedia libre
fue un filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna.23 Su obra más conocida es el Leviatán (1651), donde sentó las bases de la teoría contractualista, de gran influencia en el desarrollo de la filosofía política occidental.4 Además de en el ámbito filosófico, trabajó en otros campos del conocimiento como la historia, la ética, la teología, la geometría o la física.
Es considerado el teórico por excelencia del absolutismo político, si bien en su pensamiento aparecen conceptos fundamentales del liberalismo tales como el derecho del individuo, la igualdad natural de las personas, el carácter convencional del Estado (que conllevará a la posterior distinción entre este y sociedad civil), la legitimidad representativa y popular del poder político (al poder ser este revocado de no garantizar la protección de sus subordinados), etc.5 Su concepción del ser humano como igualmente dependiente de las leyes de la materia y el movimiento (materialismo) sigue gozando de gran influencia; así como la noción de la cooperación humana basada en el interés personal.
Primera edición: En Londres, en la imprenta de Andrew Crooke, en 1651. Su título original en inglés fue Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common Wealth Ecclesiasticall and Civil.
( truco, busquen palabras clave como leviatán con el buscador de texto )
La generación de un Estado. El único camino para erigir semejante poder común, capaz de defenderlos contra la oleada turística de los extranjeros y contra las injurias ajenas, asegurandoles de tal suerte que por su propia actividad y por los frutos de la tierra puedan nutrirse a sí mismos y vivir satisfechos, es conferir todo su poder y fortaleza a un hombre o a una asamblea de hombres, todos los cuales, por pluralidad de votos, puedan reducir sus voluntades a una voluntad. Esto equivale a decir: elegir un hombre o una asamblea de hombres que represente su personalidad; y que cada uno considere como propio y se reconozca a sí mismo como autor de cualquiera cosa que haga o promueva quien representa su persona, en aquellas cosas que conciernen a la paz y a la seguridad comunes; que, además, sometan sus voluntades cada uno a la voluntad de aquél, y sus juicios a su juicio. Esto es algo más que consentimiento o concordia; es una unidad real de todo ello en una y la misma persona, instituida por pacto de cada hombre con los demás, en forma tal como si cada uno dijera a todos: autorizo y tras*fiero a este hombre o asamblea de hombres mí derecho de gobernarme a mi mismo, con la condición de que vosotros tras*feriréis a él vuestro derecho, y autorizaréis todos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se denomina ESTADO, en latín, CIVITAS. Esta es la generación de aquel gran LEVIATÁN, o más bien (hablando con más reverencia), de aquel dios mortal, al cual debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa. Porque en virtud de esta autoridad que se le confiere por cada hombre particular en el Estado, posee y utiliza tanto poder y fortaleza, que por el terror que inspira es capaz de conformar las voluntades de todos ellos para la paz, en su propio país, y para la mutua ayuda contra sus ene- migos, en el extranjero.
Thomas Hobbes: Leviatán
fue un filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna.23 Su obra más conocida es el Leviatán (1651), donde sentó las bases de la teoría contractualista, de gran influencia en el desarrollo de la filosofía política occidental.4 Además de en el ámbito filosófico, trabajó en otros campos del conocimiento como la historia, la ética, la teología, la geometría o la física.
Es considerado el teórico por excelencia del absolutismo político, si bien en su pensamiento aparecen conceptos fundamentales del liberalismo tales como el derecho del individuo, la igualdad natural de las personas, el carácter convencional del Estado (que conllevará a la posterior distinción entre este y sociedad civil), la legitimidad representativa y popular del poder político (al poder ser este revocado de no garantizar la protección de sus subordinados), etc.5 Su concepción del ser humano como igualmente dependiente de las leyes de la materia y el movimiento (materialismo) sigue gozando de gran influencia; así como la noción de la cooperación humana basada en el interés personal.
Primera edición: En Londres, en la imprenta de Andrew Crooke, en 1651. Su título original en inglés fue Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common Wealth Ecclesiasticall and Civil.
( truco, busquen palabras clave como leviatán con el buscador de texto )
La generación de un Estado. El único camino para erigir semejante poder común, capaz de defenderlos contra la oleada turística de los extranjeros y contra las injurias ajenas, asegurandoles de tal suerte que por su propia actividad y por los frutos de la tierra puedan nutrirse a sí mismos y vivir satisfechos, es conferir todo su poder y fortaleza a un hombre o a una asamblea de hombres, todos los cuales, por pluralidad de votos, puedan reducir sus voluntades a una voluntad. Esto equivale a decir: elegir un hombre o una asamblea de hombres que represente su personalidad; y que cada uno considere como propio y se reconozca a sí mismo como autor de cualquiera cosa que haga o promueva quien representa su persona, en aquellas cosas que conciernen a la paz y a la seguridad comunes; que, además, sometan sus voluntades cada uno a la voluntad de aquél, y sus juicios a su juicio. Esto es algo más que consentimiento o concordia; es una unidad real de todo ello en una y la misma persona, instituida por pacto de cada hombre con los demás, en forma tal como si cada uno dijera a todos: autorizo y tras*fiero a este hombre o asamblea de hombres mí derecho de gobernarme a mi mismo, con la condición de que vosotros tras*feriréis a él vuestro derecho, y autorizaréis todos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se denomina ESTADO, en latín, CIVITAS. Esta es la generación de aquel gran LEVIATÁN, o más bien (hablando con más reverencia), de aquel dios mortal, al cual debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa. Porque en virtud de esta autoridad que se le confiere por cada hombre particular en el Estado, posee y utiliza tanto poder y fortaleza, que por el terror que inspira es capaz de conformar las voluntades de todos ellos para la paz, en su propio país, y para la mutua ayuda contra sus ene- migos, en el extranjero.
Thomas Hobbes: Leviatán