Sin duda, y por filosofar, a Dios no le importan 1000 millones de personas ni diez mil millones, como tantas han existido en la Tierra, o las que sean. Pero, pudiera ser, que si le importara alguna de ellas y que, con esa persona, hiciera algún milagro (como levitar, concederle la inmortalidad o que le dieran el subsidio de desempleo siendo autónomo, incluso, que Dios le diera una limosna de un euro con una tras*ferencia a su cuenta corriente, como puede hacer cualquiera hasta sin cuenta corriente... Eso sería un milagro... de verdad... lo demás es poesía o, ni eso).