Te comprendo. Yo me mudé a un piso donde el vecino de arriba era un puñetero borracho de cosa que ponía la música y la tele a toda leche cuando le salía de la platano. Se le salía el agua de la lavadora y el chorrazo pestilente que salía por su terraza me mojaba la ropa que tenía tendida. Me tendía los edredones cuan largos eran tapándome la luz de la cocina durante varios días. Cuando le dejé una nota diciéndole que o bajaba el volumen de sus cosas o llamaba a los municipales empezó a amenazarme de fin a gritos por toda la casa y a dar golpes por todas partes para que le oyéramos.
El día que entregamos las llaves a los dueños, tras año y medio de calvario, me dijeron que "bueno, ahora que os vais os lo cuento"... Y van y me cuentan que el tío había estado metido en líos de trapicheo de drojas y que el vecindario había tenido problemas con él cuando vivían ellos allí. Casi les fostio allí mismo, me gusta la fruta, nos habían engañado como a chinos.
¿Sabes lo mejor? Nada más marcharnos subieron el alquiler del piso 100 euros.