Te despiertas y eres el general Lüdendorff

Los stosstruppen fueron una buena idea, pero de eficacia muy limitada por la propia resistencia física humana, además que en 1918 hay que tener en cuenta que los soldados alemanes estaban subalimentados y en mitad de las ofensivas se detenían en los almacenes de alimentos aliados para comer lo que no podían en su propio ejército.

Yo de ser el general alemán hubiese lanzado a ese millón de hombres contra Italia, en pocas horas habría alcanzado la victoria, Italia vencida y los aliados con un problema gravísimo encima.

Los carros de combate fueron en su momento una gran innovación, pero hubo de esperarse a la siguiente guerra para sacarles todo el partido.

Si hubiese habido algo de buena voluntad la guerra debería haber terminado a principios de 1915, en el momento en que el frente se estancó. Las brutales batallas para ganar decenas de metros a costa de cientos de miles de muertos y la guerra de trincheras mostraban claramente la imposibilidad de una victoria decisiva, y Alemania no iba a rendirse con facilidad en una guerra de desgaste.

Vista la impericia de los aliados a la hora del uso de los blindados cabía únicamente esperar que éstos serían superados fácilmente por zanjas, minas y barreras de artillería en un corto o medio plazo, con lo que la guerra volvería al estancamiento.

SARC dijo:

Yo de ser el general alemán hubiese lanzado a ese millón de hombres contra Italia, en pocas horas habría alcanzado la victoria, Italia vencida y los aliados con un problema gravísimo encima.

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Es una teoria excentrica.Aunque los austriacos y alemanes llegasen a Reggio, eso no hubiera afectado en practicamente nada a los recursos y potencial de los Aliados. Después de Caporetto, lo unico para lo que servia ese frente era para entretener a los austriacos. Ni Ludendorff ni Falkenhayn antes de él estaban dispuestos a consumir recursos a gran escala en un escenario tan secundario. Se les dio algo de ayuda a los austriacos en 1917 para humillar a los italianos, pero ni un hombre más para posteriores aventuras.