Subidon Avena

El retorno de la crisis alimentaria

Marco Antonio Moreno 30 de marzo de 2010

Olvídese del precio del petróleo. Para Donald Coxe, estratega de BMO Financial Group, el petróleo a 100 dólares el barril será el menor de los problemas que deberemos enfrentar en los próximos meses. Porque la contracción del crédito, las catástrofes naturales y el cambio climático, han cimentado las bases para la próxima crisis alimentaria, no como un remake ni una secuela, sino como el retorno a un tema que quedó pendiente.

El aumento del precio de los alimentos se intensificará en los próximos meses, producto de la mayor demanda de carne, maíz, trigo y productos lácteos por parte de China e India, dos países que han crecido con fuerza estos últimos años empujando a gran parte de la economía mundial. China e India reunen a un tercio de la población del planeta, y es una población que crece y se alimenta. La demanda también aumentará por parte de los países que comienzan a salir de la fase inicial de la crisis. Sin embargo, la contracción del crédito que han vivido varios países productores será el gran obstáculo para que la oferta esté a la altura de la demanda.

Por ello que la crisis alimentaria del año 2007, cuando los precios del maiz, el trigo, el arroz y la leche se duplicaron en el mercado, fue el prolegómeno de lo que viene ahora. El precio del trigo ha aumentado un 92% en los últimos doce meses, y ayer cerró a 9,45 dólares el bushel (27,22 kg); el maíz ha aumentado un 44% y se vende a 4,66 dólares el bushel (25,40 kg), su mayor precio en 15 años. También el precio de la carne y la leche sufrirán una fuerte alza.

Esto indica que los países que tendrán mayores dificultades serán aquellos que no son fuertes en la producción de alimentos, y también aquellos países que no tendrán recursos financieros para comprarlos. A su vez, los países productores de alimentos tendrán una gran ventaja, siempre y cuando no se vean en dificultades de crédito. Y tambien, si es que no han pasado a enrolarse en la producción de etanol, el biocombustible que devora más de un tercio de la producción de cereales del mundo. Hasta Estados Unidos, que produce el 54% de la producción mundial de maíz, verá en peligro su alimento básico en tres años si sigue subsidiando el etanol.

Tarde o temprano el mundo deberá redefinir el suministro de alimentos con acciones que permitan aumentar la producción por hectárea y la estabilidad en el consumo. Las granjas de Illinois en Estados Unidos son un ejemplo: producen siete veces más maíz por hectárea que cualquier otro lugar del mundo. El otro aspecto será el del acopio: habrá que generar tecnologías para acopiar los alimentos de las buenas cosechas por tiempos más amplios, y generar una estabilidad en el consumo que evite la especulación.

El retorno de la crisis alimentaria
 
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