Sr. Pérez
Madmaxista
Copio pego de otro de (los doscientos) hilos que acabaréis abrendo sobre la cagarrutilla de serie esta;
Como producto de entretenimiento no pasa de aceptable. Tiene una trama mil veces vista, construida sobre unos personajes entrañables de puro usados. Lo cual es muy triste de decir teniendo en cuenta que se supone que es el resultado de un siglo largo de experiencia en la producción industrial de entretenimiento audiovisual por gente que, se supone, están en el tier I del asunto.
Lo realmente triste es que, sólo por eso, por ser aceptable, ya nos parezca un producto reseñable. Dicho de otra manera. Lo que debería ser un espinof menor -está evidentemente enfocado a un público infantil/juvenil-, con un atractivo kitsch simpaticote (como Stargate SG-1 a la película, por ejemplo), es, ahora mismo, con miles de millones metidos en el asunto, lo mejor en salir del universo SW en la última década.
Cuando Lucas se lanzó a producir/dirigir su guión hace 40 años, quería revolucionar el puñetero género (y lo consiguió). Cuatro décadas más tarde, que el producto no te dé ganas de arrancarte los ojos (como las pelis de la línea argumental principal) o ponerte a leer sobre culturas polinesias (como las de "personajes") nos parece un logro.
Para echarse a llorar.
Como producto de entretenimiento no pasa de aceptable. Tiene una trama mil veces vista, construida sobre unos personajes entrañables de puro usados. Lo cual es muy triste de decir teniendo en cuenta que se supone que es el resultado de un siglo largo de experiencia en la producción industrial de entretenimiento audiovisual por gente que, se supone, están en el tier I del asunto.
Lo realmente triste es que, sólo por eso, por ser aceptable, ya nos parezca un producto reseñable. Dicho de otra manera. Lo que debería ser un espinof menor -está evidentemente enfocado a un público infantil/juvenil-, con un atractivo kitsch simpaticote (como Stargate SG-1 a la película, por ejemplo), es, ahora mismo, con miles de millones metidos en el asunto, lo mejor en salir del universo SW en la última década.
Cuando Lucas se lanzó a producir/dirigir su guión hace 40 años, quería revolucionar el puñetero género (y lo consiguió). Cuatro décadas más tarde, que el producto no te dé ganas de arrancarte los ojos (como las pelis de la línea argumental principal) o ponerte a leer sobre culturas polinesias (como las de "personajes") nos parece un logro.
Para echarse a llorar.
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