edgarallanpoe
Baneado
- Desde
- 14 Dic 2014
- Mensajes
- 194
- Reputación
- 319
¿Stalin fue un desvío que alejó a la revolución de su rumbo original, o fue más bien su continuación natural? La primera idea ha sido sugerida por los defensores de Lenin, pero la evidencia histórica no lo confirma. El uso del terror no empieza después de Lenin, sino con él.
Antes de tomar el poder, Lenin escribió que el levantamiento de la Comuna de París había fracasado a causa de la “excesiva generosidad” del proletariado francés, que “hubiera debido exterminar a sus enemigos”. En 1917, ya como líder revolucionario, se opuso a la abolición de la pena de fin contra los soldados desertores diciendo: “¿Cómo se puede hacer una revolución sin ejecuciones?”. En agosto de 1918 envió un telegrama a los líderes comunistas de Penza, exigiéndoles que aplastaran una revuelta de kulaki (campesinos que trabajaban su propia tierra). El telegrama dice así:
Durante la guerra civil contra los “rusos blancos” (simpatizantes del régimen zarista), Lenin envió a un comisario político lo que llamó “un plan precioso”:
(Los “verdes” eran campesinos insurrectos. Las verstas eran una medida de distancia. Los rublos eran la moneda de la época).
Robert Service resumió de este modo el vínculo entre el fundador del régimen soviético y su heredero: “Las ideas de Lenin sobre la violencia, la dictadura, el terror, el centralismo, la jerarquía y el liderazgo fueron parte integral del pensamiento de Stalin. Más aun, Lenin le dejó en herencia a su sucesor los instrumentos del terror: la Cheka, los campos de trabajo forzado, el régimen de partido único, los medios de comunicación con ideología única, la arbitrariedad administrativa legalizada, la prohibición de elecciones libres y populares, la eliminación del disentimiento partidario interno”.
Fuente: http://medios.elpais.com.uy/downloads/2007/HistoriaReciente/4.pdf
Antes de tomar el poder, Lenin escribió que el levantamiento de la Comuna de París había fracasado a causa de la “excesiva generosidad” del proletariado francés, que “hubiera debido exterminar a sus enemigos”. En 1917, ya como líder revolucionario, se opuso a la abolición de la pena de fin contra los soldados desertores diciendo: “¿Cómo se puede hacer una revolución sin ejecuciones?”. En agosto de 1918 envió un telegrama a los líderes comunistas de Penza, exigiéndoles que aplastaran una revuelta de kulaki (campesinos que trabajaban su propia tierra). El telegrama dice así:
¡Camaradas! La insurrección de cinco distritos kulaki debe ser suprimida sin piedad:
1) Ahorquen (y háganlo de modo que la gente vea) a no menos de 100 kulaki conocidos, ricos, explotadores.
2) Publiquen sus nombres.
3) Requisen todo el grano.
4) Designen rehenes de acuerdo a lo dicho en el telegrama de ayer.
Háganlo de tal modo que en cientos de kilómetros a la redonda la gente pueda ver, temblar, saber, gritar: “¡Están estrangulando y van a estrangular hasta la fin a estos kulaki explotadores”. Confirmen que recibieron estas instrucciones y ejecútenlas.
Atentamente, Lenin.
PD. Busquen gente más dura.
Durante la guerra civil contra los “rusos blancos” (simpatizantes del régimen zarista), Lenin envió a un comisario político lo que llamó “un plan precioso”:
Disfrazados de verdes (ya se lo cargaremos a ellos), nos adentraremos diez o veinte verstas y ahorcaremos a kulaki, curas y terratenientes. Recompensa: 100.000 rublos por ahorcado.
(Los “verdes” eran campesinos insurrectos. Las verstas eran una medida de distancia. Los rublos eran la moneda de la época).
Robert Service resumió de este modo el vínculo entre el fundador del régimen soviético y su heredero: “Las ideas de Lenin sobre la violencia, la dictadura, el terror, el centralismo, la jerarquía y el liderazgo fueron parte integral del pensamiento de Stalin. Más aun, Lenin le dejó en herencia a su sucesor los instrumentos del terror: la Cheka, los campos de trabajo forzado, el régimen de partido único, los medios de comunicación con ideología única, la arbitrariedad administrativa legalizada, la prohibición de elecciones libres y populares, la eliminación del disentimiento partidario interno”.
Fuente: http://medios.elpais.com.uy/downloads/2007/HistoriaReciente/4.pdf