Castañas por la República
Ahora ya saben los fanáticos lo que supone sentir las frías esposas de la secreta en la espalda, sentarse delante del juez, e ir escuchando atónito las acusaciones por actos de sabotaje contra infraestructuras públicas y el marco de la ley antiterrorismo que lo regula.
Tsunami propugnaba hasta ahora organizar actos sucesivos contra las fuerzas de seguridad del estado para infundir terror. Básicamente consistían en taparse las cabezas, acercarse como perros rabiosos aprovechando el grupo, y tirar todo tipo de objetos contra las fuerzas de seguridad del estado. Se trataba de conseguir provocar el máximo daño posible a los agentes, y pese a las protecciones muchos han sido gravemente heridos.
Terrorismo
1. Dominación por el terror.
2. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
3. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos
Es por tanto que los miembros de los CDRs de Tsunami han actuado presuntamente según el punto 2 de la definición internacional de terrorismo. El hecho de hacerlo organizados y de forma sucesiva agrava el delito y podría hacerlos estar unos años en el aparcamiento de largas estancias que tanto ha relajado a Oriol Junqueras y Carme Forcadell.
No es de extrañar que llorasen, se quejasen en las ropa interior y calzoncillos, y se measen las patas abajo cuando la secreta los llevaba a las furgonetas. Ahí, hamics, caminito de la audiencia nacional, ya saben los gallitos estos lo que les espera.
Es por eso que a Tsunami cada vez le cuesta más encontrar suficiente número de orates que quieran estar en la primera línea de ataque, y sus mensajes por las redes sociales se han pacificado mucho, ahora parecen ovejitas.
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