colosus
Libertario
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Tranquilos, no pretendo desmoralizar a nadie. Si estás opositando, sigue adelante con tu meta. Solo quiero compartir mi experiencia personal. A pesar de lo desmotivado que me siento trabajando en la administración pública, conozco a compañeros que se sienten realizados y son felices en lo que, para mí, ha terminado siendo un lugar muy distinto de lo que imaginaba.
Por razones de privacidad prefiero no decir en que administración me encuentro, pero recuerdo claramente cómo hace unos años, al aprobar la oposición, entré lleno de ilusión, pensando que ya lo tenía todo resuelto en la vida. Me acuerdo de las caras de felicidad de todos los nuevos, y de las sonrisas de los veteranos que nos veían llegar por primera vez. En ese momento, creíamos que todo sería maravilloso. Sin embargo, con el paso de los meses, me di cuenta de que la realidad era otra muy diferente: casos de mobbing, forma que se reparten las productividades, trato que se da a los "administrados" y sobre todo algunos motivos de peso que prefiero no mencionar.
Sé que para algunos, esto es su vida, su objetivo final. Pero después de tres años, me he dado cuenta de que esto no es para mí, no solo por el lugar en el que me encuentro ya que en todos sitios pasa mas o menos lo mismo. Y no digo que sea inconformista, porque oposité buscando una vida tranquila y estable, una en la que pudiera recibir mi sueldo sin demasiadas preocupaciones y vivir mi vida el resto del tiempo. Pero simplemente, me he dado cuenta tarde de que este no es mi lugar.
También soy consciente de que cada puesto en la administración es un mundo distinto. No es lo mismo estar en una oficina, como yo, que ser policía o funcionario de prisiones. Pero al menos, en mi caso, ya tengo claro que este camino no es el que me hace feliz.
Además, aunque cobro 2.000 euros, que aquí en España muchos consideran un sueldo decente, cuando sales de la burbuja y viajas, te das cuenta de que es un salario mediocre. Ves otras realidades, comparas, y te preguntas si realmente vale la pena conformarse con lo que antes creías que era suficiente ¿esto quiero el resto de mi vida hasta cumplir los 65 años? ¿de verdad? un cuenco de arroz por este trabajo tan infeliz...
Por razones de privacidad prefiero no decir en que administración me encuentro, pero recuerdo claramente cómo hace unos años, al aprobar la oposición, entré lleno de ilusión, pensando que ya lo tenía todo resuelto en la vida. Me acuerdo de las caras de felicidad de todos los nuevos, y de las sonrisas de los veteranos que nos veían llegar por primera vez. En ese momento, creíamos que todo sería maravilloso. Sin embargo, con el paso de los meses, me di cuenta de que la realidad era otra muy diferente: casos de mobbing, forma que se reparten las productividades, trato que se da a los "administrados" y sobre todo algunos motivos de peso que prefiero no mencionar.
Sé que para algunos, esto es su vida, su objetivo final. Pero después de tres años, me he dado cuenta de que esto no es para mí, no solo por el lugar en el que me encuentro ya que en todos sitios pasa mas o menos lo mismo. Y no digo que sea inconformista, porque oposité buscando una vida tranquila y estable, una en la que pudiera recibir mi sueldo sin demasiadas preocupaciones y vivir mi vida el resto del tiempo. Pero simplemente, me he dado cuenta tarde de que este no es mi lugar.
También soy consciente de que cada puesto en la administración es un mundo distinto. No es lo mismo estar en una oficina, como yo, que ser policía o funcionario de prisiones. Pero al menos, en mi caso, ya tengo claro que este camino no es el que me hace feliz.
Además, aunque cobro 2.000 euros, que aquí en España muchos consideran un sueldo decente, cuando sales de la burbuja y viajas, te das cuenta de que es un salario mediocre. Ves otras realidades, comparas, y te preguntas si realmente vale la pena conformarse con lo que antes creías que era suficiente ¿esto quiero el resto de mi vida hasta cumplir los 65 años? ¿de verdad? un cuenco de arroz por este trabajo tan infeliz...
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