¿Son los mitos necesarios? Consecuencias políticas de las macronarrativas falsas

Las consecuencias políticas de las macronarrativas falsas​

​

​

Algunas expresiones políticas de las narrativas seculares de hoy se vieron como neoconservadores trotando frente a las cámaras tras*mitiendo el mensaje de que los dos aviones secuestrados que destruyeron tres torres el 11 de septiembre fueron orquestados por fiel a la religión del amores enojados en cuevas que odiaban nuestra libertad.​

​

Nos dijeron que el el bichito-19 surgió de un mamífero mal cocinado que besó a un murciélago requiriendo la abolición total de nuestras libertades constitucionales.​

​

Nos dijeron que las protestas del 6 de enero de 2021 en Washington DC fueron una insurrección peor que cualquier cosa que Estados Unidos haya visto desde la Guerra Civil, cuando 500.000 estadounidenses se masacraron entre sí durante cuatro años.​

​

Continuamente se nos dice que Rusia tiene la ambición de socavar las elecciones democráticas en todo el mundo libre, mientras que China pretende subvertir los valores occidentales e imponer un gobierno comunista global a través de su imperial Nueva Ruta de la Seda.​

​

Obviamente, podría continuar durante bastante tiempo aquí, pero no hace falta decir que la creación de mitos políticos es una parte antiestética de la vida. Pero si bien cada mentira ciertamente causa un daño grave, nuestra susceptibilidad a caer en estas falsedades no está desconectada de ninguna manera de nuestra aceptación de esas metanarrativas superiores incrustadas en esos mitos científicos que dan forma a CÓMO se mueven nuestras mentes. Todo sumo sacerdote sabe que controlar CÓMO piensa la gente siempre es infinitamente más poderoso que controlar QUÉ piensan sobre cualquier cosa en particular. Así es como creció la podredumbre neoconservadora en los EE. UU. durante unas pocas generaciones, lo que nos llevó a la crisis de ruptura sistémica multifacética de hoy.​

​

Uno de los padres del mutante que se convirtió en neoconservadurismo fue un maestro de la construcción narrativa llamado Leo Strauss.​

La monstruosidad neoconservadora de Leo Strauss​

​

​

Trabajando de cerca con agentes de la Fabian Society y la Escuela de Frankfurt a lo largo de su carrera como profesor en Columbia, New School y la Universidad de Chicago, Strauss predicó una interpretación perversa de la República de Platón a decenas de miles de estudiantes devotos repartidos a lo largo de varias décadas.​

​

Entre las lecciones más altas contenidas en las enseñanzas de Strauss (al menos para unos pocos elegidos entre sus estudiantes) estaba la idea de la Noble Mentira desarrollada por Platón en el Libro 3 de la República . Strauss enseñó a sus alumnos que esta Mentira Noble era el arma más grande y la herramienta legítima de cualquiera que se encontrara en una posición de poder para gobernar a los débiles en cualquier momento de la historia.​

​

Al más puro estilo nietzscheano, la definición estrecha de "poder" como la subordinación de los débiles a los fuertes fue la única definición permitida por Strauss, quien enseñó a sus alumnos que mientras Platón predicaba el amor a la sabiduría a las masas, secretamente sostenía una enseñanza diferente para las masas. aquellos élite entre su Academia que controlaría el poder político. A esta élite, les dio el nombre de 'caballeros' y 'Guardianes'.​

​

Strauss enseñó que los Guardianes de Platón controlarían las sombras proyectadas en la pared de la cueva que la plebe, encadenada a sus sentidos, creería que era la única realidad posible. El mandato de estos perversos neoplatónicos era vivir el ideal no de Sócrates, sino de Trasímaco cuya inmoral doctrina Sócrates aniquiló en el primer libro de la República. A esos jóvenes neoconservadores que aprendieron de su maestro se les enseñó que el verdadero 'secreto Sócrates' creía, como Trasímaco o Calicles (estudiante de Gorgias), que el propósito más elevado en la vida es alcanzar el poder, satisfacer nuestras lujurias y controlar las sombras en el cueva.​

​

Como muchos de los propios estudiantes de Strauss ( como Shadia Drury ) se dieron cuenta a lo largo de los años, el viejo maestro era culpable de proyectar su propia inclinación perversa por el fascismo en Platón, ya que él mismo mantenía enseñanzas secretas para sus estudiantes de élite elegidos como buenos oligárquicos. los cazadores de cabezas deben.​

​

Platón purificador de Strauss​