SOMALÍ ASESINA a DIPUTADO conservador británico. Terrorismo islamista según la policía.

Un ciborg ninja

Lo del Brexit ya pasó una vez en Estados Unidos, en 1924. Cuando instauraron la Johnson-Reed Act.

Prohibieron la entrada de católicos y ortodoxos del Sur y el Este de Europa porque querían mantener la mayoría WASP del país. También restringieron la de judíos y asiáticos. Tanto la izquierda como la derecha usana de la época aplaudieron esta medida.

Irónicamente, y aunque habrá gente que no lo crea, no había ni restricciones ni cuotas para los latinoamericanos: aunque la gran mayoría de ellos eran mestizos con mezcla amerindia, eran considerados legalmente como blancos desde al menos 1848, cuando se ratificó el Tratado de Guadalupe Hidalgo tras quitarle USA la mitad de su territorio a México.

Los de Puerto Rico y Filipinas eran ciudadanos de USA, así que para ellos las restricciones tampoco valían.

¿Que pasó dos décadas más tarde, en los años cuarenta? Que por las restricciones migratorias unidas a la movilización de la guerra, hubo problemas para cubrir todos los puestos de trabajo ofertados en USA. Si hubiesen seguido dejando entrar a blancos católicos u ortodoxos del Sur y del Este europeo, no habrían tenido ese problema. Pero no lo hicieron, así que los empresarios se las vieron y se las desearon para encontrar trabajadores, sobre todo en el sector agrícola.

Es aquí cuando se implanta el llamado programa bracero que se dedica a traer temporeros de México para trabajar en los campos de la América anglosajona. Es similar a los programas de Gastarbeiter que Alemania pactó con Italia, España o Turquía. A pesar de que USA siempre ha tenido una comunidad mexico-americana importante en los territorios del Sudeste, es aquí cuando se empiezan a importar mexicanos a mansalva para trabajar en granjas y fincas de Norteamérica. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Estados Unidos no quiso italianos, irlandeses o polacos. Así que en su lugar recibió mexicanos, puertorriqueños y filipinos.
Reino Unido no quiso españoles, lituanos o polacos. Así que en su lugar recibirá paquistaníes, jamaicanos y somalíes.

Ninguna pena, en ninguno de los dos casos. Así lo han querido ellos. Con su pan se lo coman. Porque los anglos no aprenden.