El 10 de febrero de 1943 se produce en los arrabales de Leningrado el más sangriento hecho en el que intervino la División Azul y la última gran batalla en la que un Ejército Español interviene en Europa: La batalla de Krasny Bor, donde 5.900 soldados de la División Azul encuadrada en la División 250 del Ejército alemán, hicieron frente a un total de 4 divisiones soviéticas (44.000 infantes) y dos regimientos acorazados con aproximadamente 100 carros de combate. Se producen casi 4.000 bajas entre los españoles, pero se consigue detener el avance haciendo fracasar la ofensiva soviética y causando entre 11.000 y 14.000 bajas al Ejército Rojo. Cerca de 300 españoles cayeron prisioneros y encarcelados en Gulags en Siberia, condenados a trabajos forzados. Fueron los últimos repatriados a España en 1954, y llegaron al puerto de Barcelona el 2 de abril de 1954 en el barco liberiano Semíramis.
Después del fracasado asalto soviético, el frente sólo retrocede 3 km en algún sector, pero el cerco no se rompe. El ejército soviético no vuelve a enfrentarse directamente a las tropas españolas, limitándose a bombardeos aéreos o artilleros. El mando soviético ordenó a sus fuerzas pasar a la defensiva. El frente queda estabilizado por un año.
La batalla de Krasny Bor, con una encomiable resistencia de la División Azul, hizo fracasar la Operación Estrella Polar, una gran ofensiva posterior para romper el sitio de Leningrado. Se consiguieron tres de las ocho condecoraciones laureadas de la División Azul en la URSS.