Sobre el feminismo actual. Para enmarcar

Creo que merece mucho la pena leerlo. No sabia en que subforo enlazarlo. Si algun moderador decide que no es el correcto que lo cambie.

(Ojo: Tocho, por largo).

Parte I:

Esta entrada es una reseña del libro Refutación del Feminismo Radical, de Javier de la Puerta, un libro que realmente ofrece lo que dice en el título: una buena serie de preguntas y argumentos dirigidos a refutar los postulados del feminismo radical. En la entrada voy a hacer un pequeño resumen de lo que nos ofrece el libro, que desde luego es muy recomendable para los que estén interesados en el tema.



Debemos empezar por el problema de las definiciones. Cuando alguien critica al feminismo, siempre se responde que hay muchos tipos de feminismo, que hay muchas feministas que no están de acuerdo con tal o cual manifestación o declaración concreta. Javier, y muchos otros autores, distinguen un feminismo liberal o de igualdad y un feminismo radical (lo trata en el capítulo 17). El feminismo de igualdad es el que defiende que hombres y mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades. El feminismo radical, de inspiración marxista, tiene su origen en autoras de los años 60 del siglo pasado, como Kate Millet o Shulamith Firestone, y dice que hay que abolir el matrimonio, la familia y el Patriarcado. Javier de la Puerta toma como referencia del feminismo radical el texto del Manifiesto de la Comisión 8M para la huelga feminista del 8 de Marzo de 2018. Este Manifiesto (que figura como apéndice en el libro y es criticado punto por punto al final del mismo) fue apoyado explícita o implícitamente por todos los partidos, organismos y ciudadanos que apoyaron la huelga y casi nadie realizó una crítica del mismo (se publicó un manifiesto alternativo, “No Nacemos Víctimas”, firmado por 29 mujeres, de muy escasa repercusión). Dice Javier:



“Lo extraordinario fue que el manifiesto inicial -un bodrio antisistema, políticamente sectario, socialmente excluyente, retóricamente estridente, hilado con una jerga revolucionaria tercermundista y atravesado de una hiperbólica y delirante distorsión/sustitución de la realidad- se mantuviera sin apenas examen ni crítica, como el texto oficial de la jornada de protesta, al que se sumaban todas las organizaciones y personalidades que, finalmente, pasaron a apoyarla.”



También plantea que el feminismo moderado está missing en España:



“Lo cierto es que no puedo citar ni a una sola intelectual, académica o periodista de renombre que se haya desmarcado públicamente del discurso feminista radical en boga en nuestro país”.



O en qué se ha convertido realmente el feminismo:



“…el feminismo radicalizado se está convirtiendo en un lobby de poder que defiende intereses de parte: las mujeres que ya tienen posiciones de influencia en la universidad y la educación, los medios de comunicación, las industrias culturales, los colegios profesionales, la Administración y la política y, en primer lugar, las propias organizaciones y profesionales del feminismo convertidas en red clientela…Lo que se pretende como un correctivo de la desigualdad se convierte en un nuevo sistema de privilegios y discriminación. Especialmente cuando las principales beneficiarias de todo este sistema de género no son las mujeres de clase baja y poca o nula educación (ni, menos aún, las pagapensiones explotadas, las empleadas domésticas o las cortesanas), sino las mujeres más privilegiadas por su nivel profesional, estatus social y educación”.



El libro tiene casi 500 páginas y dedica las primeras 200, aproximadamente, al fenómeno del MeToo a nivel mundial. Personalmente, me parece que la extensión dada a este tema es excesiva, pero desde luego es un estudio a nivel mundial del fenómeno MeToo exhaustivo. La conclusión final de Javier (y obviamente resumo mucho) es que el movimiento MeToo es síntoma del poder de las mujeres, no de su opresión. El movimiento ha tenido éxito en los países occidentales donde las mujeres gozan de independencia económica, presencia social, igualdad de oportunidades, etc., y no ha tenido ningún éxito en países como Rusia, Arabia Saudí, India o China:



“MeToo no es, por lo tanto, la confirmación de un Patriarcado instalado en el conjunto de la sociedad que sea preciso derribar, como si de una vieja arquitectura previa recién descubierta se tratara. Porque si esto último fuera cierto -que vivimos en un sistema patriarcal atrincherado en las estructuras macrosociales y con un poder real de dominación sobre las mujeres en todos los terrenos- nada de lo que ha ocurrido con el movimiento en los países democráticos avanzados habría sido posible”.



Yo añadiría que si fuera cierta la existencia de ese Patriarcado todopoderoso y primigenio no sólo no habría sido posible la aparición del fenómeno MeToo sino el surgimiento del propio feminismo. Si el Patriarcado es una estructura todopoderosa en la que los hombres tienen el poder y controlan y dominan todas las instituciones (política, economía, educación ,etc.), y si encima aceptamos un determinismo social y cultural como el que plantea el feminismo (para el que la biología no cuenta en absoluto) es imposible explicar cómo puede surgir una ideología opuesta a esa fuerza tan formidable. No habría podido surgir (¿de dónde?) y si lo hubiera hecho habría sido aplastada inmediatamente.



Dejando atrás el fenómeno MeToo, vamos a decir algunas cosas sobre algunos otros puntos del libro.



BRECHA SALARIAL: LA GRAN MENTIRA



Así se titula el capítulo10 donde revisa los datos y estadísticas sobre la cuestión. La conclusión es muy clara:



“En España -y en el mundo occidental- no hay una brecha salarial por la discriminación directa de género: es completamente falso que las mujeres cobren un 15-20% menos por el mismo trabajo. Hay una brecha laboral/profesional, que es algo distinto y mucho más complejo de resolver, pues obedece a factores culturales (modos de vida, pactos de pareja, preferencias personales, etc.)”.



Cualquiera que revise la literatura sobre la brecha salarial llega necesariamente a la misma conclusión: la brecha salarial se debe a factores como que las mujeres trabajan menos horas, su trayectoria profesional se ve interrumpida por la maternidad, se concentran en sectores y especialidades profesionales que pagan menos, los complementos y pluses por horas extra no son proporcionales y trabajar 50% de horas extras más supone ganar mucho más que un 50% añadido (ver la obra de Claudia Goldin a este respecto), las mujeres trabajan más cerca de casa, etc, etc. Es decir, la causa básica está en las diferentes elecciones y decisiones de hombres y mujeres que dan lugar a una diferente trayectoria profesional. Podemos discutir sobre el origen de esas preferencias y si el cuidado de los niños debe corresponder a un sesso o al otro, o todo lo que queramos, pero, aunque suene fuerte, creo que tiene toda la razón Javier cuando afirma que decir que a las mujeres se les paga menos por el mismo trabajo es directamente una gran mentira.



Pero, como persona de izquierdas según se define en el video presentación de su libro, Javier denuncia que cuando se crea un problema falso, el resultado casi siempre es ocultar problemas reales. Menciona dos en concreto: a) la desigualdad clásica, entre trabajadores, por un lado, y capital y altos ejecutivos, por el otro; y b) la discriminación salarial de la juventud. Con respecto a la discriminación salarial entre ejecutivos y currantes, señala que, en España, los altos ejecutivos ganan 98 veces más que sus empleados medios. “Mientras el sueldo de los trabajadores solo subió un 0,8% en 2017, la nómina de los Consejos creció un 21,3%. ¿Cuánto debate público, indignación, movilización e iniciativa social y política generó?. Prácticamente cero”. Con respecto a los jóvenes:

  • hay 1,4 millones de jóvenes trabajando en prácticas no laborales sin percibir remuneración ni cotizar a la Seguridad Social
  • entre 2008 y 2014 la renta media de los menores de 35 años cayó un 25%
  • la tasa de precariedad es del 57% para los jóvenes de 15-29 años
  • la tasa de paro entre los 15-24 años sigue en 37,5%
  • casi el 30% de los españoles de 16-29 años estaban en riesgo de pobreza en 2016 (en 2008 no llegaban al 20%)



¿Por qué no hay movilizaciones y debates en los medios sobre esto todos los días? Según Javier, por dos razones:



1- “Porque los jóvenes no tienen poder político, no están organizados ni cuentan con un discurso e ideología propios”.

2- “Porque el discurso del feminismo radical ha logrado convencer a gran parte de la sociedad -e, increíblemente, a los partidos y sindicatos de izquierda- de que la mayor contradicción social de nuestro tiempo ya no es el conflicto de clases ni la desigualdad económica y social en general, sino el conflicto y la desigualdad de género”.



Refutación del feminismo radical
Aplaudo el libro y al autor, pero es poca cosa y sobre todo, es muy tarde.

Por un lado, a l@s feministas se la pela, todo lo que se dice ahi es cierto, pero les da absolutamente igual MIENTRAS PUEDAN SEGUIR EXPOLIANDO DINERO PUBLICO.
Porque eso es el feminismo, la mayor corrupcion del SXXI.

Y por el otro lado, los hombres estan acumulando mucha rabia y mucha ira. No se va a arreglar porque alguien haga razonamientos coherentes.
Por el momento apenas se nota, excepto en el ambiente, el desanimo, la frustracion.... porque la sociedad es muy individualista, toda esa rabia no esta alineada.
Pero solo es cuestion de tiempo, vendra un cisne neցro, la rabia se alineara. Y vendra la catarsis.
 
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