Llevamos una racha bastante seca por la mitad sur, se ha agudizado desde enero de 2019, pero históricamente tras un periodo fuerte de sequía le ha sucedido un par de años o tres con lluvias muy generosas. Si revisamos los datos meteorológicos de décadas atrás se ve claramente. Incluso en los archivos históricos de siglos atrás, aunque no haya datos registrados, se observa como se mencionan períodos de escasas precipitaciones y malas cosechas con otros de inundaciones y enfermedades bacterianas posteriores a una situación excesivamente húmeda. Sevilla, es un claro ejemplo. Desde el siglo XV, se encuentran muchas referencias a esto.
No es casualidad que los embalses andaluces ya estén a menos del 30% de su capacidad y lo que les queda por bajar, a no ser que venga una primavera muy lluviosa.