Seneca, el lonchafinista

El verdadero lonchafinista es Diógenes:

Buscó el mismísimo Alejandro Magno a Diógenes, de enorme fama, del cual se reían por su rechazo a vida material alguna. Cuando le encontró desnudo y tumbado a orillas de un río, Alejandro Magno a lomos de su enorme caballo, le hizo la siguiente proposición:
"Tú, Diógenes el Cínico, pídeme cualquier cosa, ya sean riquezas o monumentos, y yo te lo concederé".
A lo que Diógenes contestó: "Apártate, que me tapas el sol".
Aquellos que iban con Alejandro Magno empezaron a reírse de Diógenes y a decirle que cómo no se daba cuenta de quién estaba delante de él. Alejandro hizo acallar las voces burlonas cuando dijo que "si no fuera Alejandro quisiera ser Diógenes".

Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes:
"¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas."
Diógenes contestó: "Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador"

Cierta vez , observando a un niño que bebìa con las manos, arrojò el cuenco que llevaba en la alforja, diciendo: “Un niño me superò en sencillez”. Asimismo, se deshizo de su escudilla cuando viò que otro niño, al que se le habìa roto el plato, recogìa sus lentejas en la cavidad de un pedazo de pan.

"No os preguntéis cómo sobreviviré sin mi esclavo, preguntad a mi esclavo cómo sobrevivirá sin mí."

“Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas.”

Un día se estaba masturbando en el Ágora, quienes le reprendieron por ello obtuvieron por única respuesta del filósofo una queja tan amarga como escueta: "¡Ojalá frotándome el vientre el hambre se extinguiera de una manera tan dócil!"

Otra buena de Diógenes:

Cuando llegó el emperador, Diógenes miraba a un montón de huesos humanos apilados. Alejandro Magno le preguntó qué hacía. El filósofo contestó: “Busco los huesos de tu padre, pero no puedo distinguirlos de los de los esclavos”.

Los estoicos, de Diógenes a Marco Aurelio pasando por Séneca, son una mina.
 
Lo del lonchafinismo esta llegando a su limite. El otro dia compre un paquete de lonchas de jamon del Lidl. Son tan finas que se tras*parentan y se rompen con facilidad sobre los separadores de plastico. Entonces te das cuenta de que la mitad de lo que te estan vendiendo son esos separadores, a precio de jamon.
 
Leed a Séneca, macho cabríoes.

Sobre la brevedad de la vida, bocatto di cardinale.
 
Lo del lonchafinismo esta llegando a su limite. El otro dia compre un paquete de lonchas de jamon del Lidl. Son tan finas que se tras*parentan y se rompen con facilidad sobre los separadores de plastico. Entonces te das cuenta de que la mitad de lo que te estan vendiendo son esos separadores, a precio de jamon.

Diógenes: "Si aprendieras a comer plástico, no necesitarías jamón".
 
lo que poca gente entiende en relación a los vicios, a pesar de que he trasladado infinidad de veces lo que cuentan los sabios...

es que

no es el placer lo que buscan

sino

evitar el terrible dolor de ese intervalo entre chute y chute
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todo esto se entiende mucho mejor con el concepto de fumar :
- " el intervalo de tiempo entre un cigarrillo y otro, es el máximo que ha soportado el adicto de dolor. Cuando no puede más, enciende otro cigarrillo para calmar su ansiedad y angustia de vivir . El problema empieza cuando se le acaba el tabaco. "

FUMAR, Se trata de drojarse respirando humo con nicotina, como hacían los indios hace siglos con la pipa de la paz.

Cualquier sustancia exógena que altere los receptores bioquímicos que están ahí para recompensarnos o castigarnos por nuestras acciones y dirigirnos en el camino de la vida, nos trastorna para siempre.


Los organismos buscan permanentemente el equilibrio :

el ph, la temperatura, el sodio, el potasio, el azúcar ...

cada vez que hay un desequilibrio, los cuerpos tienen mecanismos internos llamados hormesis para buscar ese equilibrio.


La dopamina es una hormona que se produce sobre todo a través del DESEO de comer y de reproducirse ( LA GULA Y LA LUJURIA ) .

Es importante porque si los animales no comen ni sienten la necesidad de reproducirse, se extinguen.

Es un neurotransmisor que estimula a las neuronas y las excita y las ayuda a repetir esos procesos. Por eso la dopamina genera hábitos. " como me gusta esto que hago, lo repito y acabo convirtiéndome en lo que hago " .

EL DESEO ES EL RECUERDO DEL PLACER . El estímulo constante de esas neuronas por la dopamina, las destruye y es cuando comienza la adicción.


¿ qué hace el cerebro para protegerse ? dos cosas
1)- esconde los receptores de las siguientes neuronas para que no tras*mitan la información ( lo que obliga a consumir más para sentir lo mismo )
2)- como el cerebro sabe que el exceso de dopamina es malo,y que puede enfermarme, intenta equilibrar ese exceso de dopamina, igual que cuando tú tienes un exceso de glucosa lo hace a través de la insulina, al otro lado para equilibrar ese exceso de placer, está el dolor :
consecuencia directa, todo me duele, todo me molesta, todo me irrita, todo me aburre.

Por el contrario las personas o animales sin vicios, ven felicidad, alegría y placer en cualquier cosa. En eso consiste el estoicismo y el budismo.
 
En la literatura romana pagana no se encuentra ninguna crítica de la crueldad y abyección que se practicaba en el circo; excepto en Séneca, que acudió una sola vez al Coliseo, según cuenta en una de sus Cartas a Lucilio, donde dice, espantado, que allí "el hombre, lo más sagrado para el hombre (homo res sacra homini), es apiolado por deporte y diversión".

[En contraposición a Plauto: "El hombre es un lobo para el hombre" (homo homini lupus), sentencia popularizada por Hobbes.]
 
Diógenes de Sinope (c. 400-c. 323 a. C.) no dejó nada escrito o, si lo hizo, no se conserva. Lo que se conoce es por sus discípulos, por otros filósofos (Platón le llamaba "Sócrates delirante") y por autores posteriores, como Plutarco (s. I) en lo que atañe a la vida de Alejandro; pero principalmente por Diógenes Laercio (s. III) en Vidas de filósofos ilustres, que condensa su filosofía en anécdotas que parecen chistes, como las que ya se han puesto aquí (otra: invitado a un festín en un palacio reluciente, Diógenes escupe en la cara de su anfitrión, que se queja, y aquél se justifica diciendo que no había visto por allí ningún sitio más sucio donde escupir).

La doctrina cínica se basa en la falacia Nada natural es vergonzoso. En consecuencia, se comportaban como animales, y la gente empezó a llamarles "perros" (kion, perro; kinikos "cínico", perruno), cosa que Diógenes adoptó orgulloso: Diógenes el Perro.
 
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