Por cierto, el alopécico se lo tiene merecido.
Él ha sido uno de los mayores impulsores de este tinglado. Lo ha ido alimentando hasta que le ha mordido en toda la calva.
Para mi una de las pocas esperanzas de quitarnos de encima el wokismo de una puñetera vez es su capacidad para morder las manos que les da de comer. Antiguas figuras pogre son devoradas por el monstruo que han creado con una pasmosidad acojonante.
Es más, la izquierda más clásica se separa constantemente de esto. Vamos, que la lógica me dice que, cuanto más poder tienen....menos son.
La gente está hasta los huevones de todas estas porquerías, y solo se sostienen porque hay tanto dinero público por medio, que al desnortamiento político general se le unen los muchísiiisísisisisimos miles que viven directa o indirectamente del chiringo.
Mi sensación es que a pie de calle, esto de la selección es un clavo más del futuro ataúd, como fue lo de la ley solo sí es sí. Has creado un relato tan grande, tan asfixiante, tan irreal, que cuando se montan estos chuchos la separación con lo que piensa la gente de la calle es tan brutal que no se sostiene.
Incluso los que en un momento dado se pudieron alegrar, incluso (que fueron otros...) los que dijeron que Rubiales era un impresentable, incluso (que también fueron otros!) los que dijeron que no se puede besar a una empleada en una entrega de medallas, quizás ya no están subidos al carro.
Montar un aquelarre con Rubiales juzgado como si fuera un forzador en serie, con las jugadoras atrincheradas como si estuviéramos en una fábrica británica del siglo XIX, con todo el circo mediático y político que se ha montado como si para la gente el fútbol femenino fuera una preocupación....pues está ya explotando en sus narices. Ya se oyen incluso públicamente a muchos diciendo las verdades del barquero.