Los hombres son forzados en mayor número que las mujeres, lo que pasa es que en los penales del tercer mundo, y muchos del segundo y primero, no son de papeleos.
Si en Sao Paulo, Mombasa o Faluya, violas a una mujer, y eres capturado por la masa, no hay lectura de derechos, ni abogado, ni instrucción.