Y el petulante se sube al coche y encima repite. No sé, es como el chiste de "oye, tú no vienes a cazar, ¿no?".
Y por dos veces.....
La historia no se quedó allí. Dos días después, el hombre volvió a llamar a la víctima para verle nuevamente, con el pretexto de desintalarse el software espía que le había puesto en el teléfono móvil. Nuevamente le condujo a la misma casa de campo,