progenitora mía qué fiestas y qué tiempos. Había un cocinero que cuando terminaba la jornada se fumaba porros en la barra. Hubo una noche que íbamos tan pasados que un amigo se puso los zapatos de gucci de una consul de un país cuyo nombre no voy a decir y le rompió el tacón bailando flamenco con ellos. Jajajajajaj. Me habéis alegrado la noche al encontrar este hilo y recordar.
Ese barco era una cosa. Era curioso pero como establecimiento de "hostelería " nunca dejó de ser un antro inmundo y un ambiente enrarecido.